NOS
CONVERTIMOS EN OBJETOS
UN OSITO DE PELUCHE
Estuve
tirada en el suelo como un cuarto de hora, pero luego sonó un ruido
familiar para mí. ¿Qué sería?,me preguntaba yo. Fuese lo que
fuese, sonaba horrible. Me di cuenta de que lo que sonaba era el
despertador, como siempre a las 7:30 para el instituto. Mi hermana se
despertó y preguntó por mí a mi madre, ya que no me veía en la
cama, cosa extraña para ella ,porque siempre se levanta antes que yo
.Mi madre le dijo que no había bajado al salón y que ella pensaba
que seguía en la cama. Después de media hora se preocuparon y
fueron en mi búsqueda. Roció, mi hermana, me levantó del suelo y
me puso sobre la cama antes de salir con mi madre. Cuando se fueron
intenté llorar, pero no podía ni siquiera eso. Al poco tiempo,
entro en mi habitación Kira mi pequeña perra y empezó a babear
sobre mí. ¡Qué asco! Ya le daría una buena regañina por que
tiene prohibido subir a mi cama. De repente me di cuenta de que me
podía mover y de que ya era yo. No podía creerlo cuando llegaron mi
familia me inventé una excusa, pues ni yo podía creer lo que me
había pasado.
María
Sánchez ( 2º A)
¡Me convertí en una mochila!
Hoy
me he
levantado en casa de mi prima María porque ayer me quedé a dormir
allí. Cuando nos arreglamos para el instituto, me dio una sensación
muy rara: notaba como mis extremidades no se movieran, me costaba
vestirme. Me estaba encogiendo lentamente hasta que me convertí en
la mochila de mi prima.
Llegó
al instituto y María me abrió: notaba como abría la cremallera y
como sacaba la libreta de sociales y el estuche. Yo veía a la
maestra Carolina, pero cuando pasó lista me puso falta, porque ella
no se dio cuenta de que yo era la mochila.
En
la hora del recreo me quedé sola en clase.
De
repente me entró un sueño acogedor, porque estaba muy aburrida,
cuando me desperté me di cuenta de que estaba sentada en la silla.
Sonó el timbre para entrar del recreo, y cuando entraron mis
compañeros a mi clase (2·A), mi prima me preguntó qué me había
pasado. Le dije que me había convertido en su mochila pero no me
creyó, pensaba que me estaba burlando.
Raquel ( 2º A)
¡CUIDADO CON LA PUERTA!
Al
día siguiente me desperté al escuchar el timbre. ¡No puede ser,
era mamá! Enseguida me levanté a abrir la puerta, pero comprobé
que era imposible. Me di cuenta de que me había convertido en una
puerta. Escuché a mamá subir las escaleras, y vi que se dirigía
hasta aquí. Yo estaba inmóvil, le gritaba pero no me escuchaba. Me
sentía muda e invisible, como el aire, como el viento.
Mamá,
al ver que yo no estaba en casa y que tenía mi habitación patas
arribas, se enfadó muchísimo, y me llamó al móvil, que comenzó a
sonar y sonar, pero nadie respondía. Estaba tan enfadada que pegó
un portazo, y me dio tan fuerte que se me saltaron lágrimas de
madera, varias astillas se desprendieron del canto de mi puerta, o
sea, de mí. Después de varias horas, llegó Manuel, mi hermano
mayor, quien también preguntó por mí. Estaban todos muy
preocupados. “¡¡¡¿Dónde se habrá metido esta niña?!!!”
Pasé
la noche muy agobiada, se me dormían los brazos, se me quedaban
entumecidos y se me nubló de nuevo la vista, mientras me entraba un
profundo sueño. Al día siguiente me desperté debajo de la cama,
bajé rápidamente las escaleras y le dije a mama que lo sentía
mucho, que me había quedado dormida debajo de la cama y que había
tenido un sueño muy, muy extraño…
Cristina ( 2º A)
ME
CONVERTÍ EN UNAS SÁBANAS
Zaira (2º A)
¡¡¡SOY UN LIBRO!!!
Rosario (2º A)
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