Seguimos recordando a nuestras mascotas, a nuestros familiares, a todo aquello que ha pasado con mucha gloria por nuestras vidas.
Aquí os muestro una selección de textos de los alumnos de Refuerzo de Lengua de 1º C.
Mi padre
Mi padre es una de las personas más
importantes en mi vida. Es un hombre alto, de ojos azules, simpático
y gracioso.
Dentro de un mes, aproximadamente,
hará un año que se fue a Ibiza, que no lo veo, que ya no está a mi
lado... Él hacía que ningún problema me aterrara. Lo pasábamos
muy bien juntos. Hasta el día antes de su marcha, llorábamos porque
no nos veríamos en mucho tiempo. Han ido pasando los los días y
cada uno de ellos lo he echado muchísimo de menos.
Ahora, sin embargo, estoy un poco más
animada porque, posiblemente, mi hermano y yo nos vayamos con él una
semana en verano.
¡Qué ganas tengo de que pasen los
días para volver a verlo!
Isabel María Recio Limones,1º C
Targo, mi perro
Cuando yo era pequeña tenía un perro
que se llamaba Targo. Con él me sentía muy segura y muy feliz. Nada
más llegar del colegio me acercaba para verlo, reír con él, acariciar su barriguita y correr por toda la casa.
Fue muy divertido aquella vez que se
hizo el muerto. Mi madre y yo nos partíamos de la risa cuando le
decía: “ ¡Targo, hazte el muerto!”. Y él se tumbaba, sacaba la
lengua y se quedaba quieto.
Con el tiempo, como era normal, se fue
haciendo viejo, y yo me sentía muy preocupada, porque sabía que
cualquier noche moriría y amanecería ya muerto. Y ocurrió lo que
tenía que ocurrir: aquella noche hizo unos ruidos muy extraños y
murió. Por la mañana , cuando bajé de mi habitación, encontré su
cuerpo sin vida. Ese día fue uno de los más tristes de mi vida, y
nunca lo olvidaré, como a ti tampoco, TARGO.
Anónimo, 1º C
Mi perro Yuni
Cuando era pequeña, mi padre me trajo
un perrito recién nacido cuya madre había muerto durante el parto.
De aquella camada solo había sobrevivido él. Aquel perrito se
llamaba Yuni me hacía muy feliz. Yo lo alimenté hasta que pudo
comer solo. Cuando tenía que irme al colegio salía corriendo detrás
de mí. Además sabía perfectamente a la hora que pitaba la salida
de clase, así que iba a esperarme a la puerta para acompañarme a mi
casa. Cuando mis padres me regañaban, se ponía a ladrar y a gruñir
para defenderme, para que me dejaran. Era mi compañero, siempre
venía conmigo; pero se iba haciendo viejo y caminaba muy lento, ya
no venía conmigo ni jugaba. Pero yo lo comprendía y lo dejaba
dormido descansando.
Su último día se sentía muy triste,
y yo me di cuento. Aquella misma noche murió y parecía que de sus
ojos caía una lágrima porque sabía que nunca más volveríamos a
jugar ni a vernos.
Siempre llevaré en mi memoria y en mi
corazón a este perrito de pelo negro y de ojos brillantes.
Estela Martín Cabello
La nieve
Cuando era pequeño deseaba siempre que
fuera invierno para que cayera la nieve y lo cubriera todo de blanco.
Me encantaba ir en trineo, practicar snowboard, hacer patinaje
sobre hielo y jugar a la guerra de bolas de nieve con mis primos y
con mi abuelo.
Hoy en día ya nada de aquello vuelve a
ocurrir: ya no están conmigo. Y yo añoro aquellos momentos,
aquellos paisajes blancos, a mi familia...Ahora vivo aquí, en la
Puebla, y las tierras de Rusia quedaron muy lejos; así que cuando
veo en las noticias de la tele las imágenes de la nieve, siempre le
digo a mi madre: “ Quiero volver a tocar la nieve, sentir ese frío
tan particular que me hace recuperar en la memoria el tiempo pasado
en compañía de mi gente, y recordar los momentos más felices de mi
vida junto a mi abuelo.
Mark Guzhvenco
Mis hermanas
Cuando era pequeño vivía en Benidorm,
pero recién cumplidos los cinco años, mis padres decidieron venirse
a vivir a La Puebla de Cazalla. Cuando cumplí los ocho años, mi hermana pequeña decidió irse a Benidorm para siempre, por motivos de
trabajo, y mi hermana mayor la acompañó poco tiempo después.
Ahora las veo poco, pero cada vez que
vienen o yo voy para allá me lo paso muy bien con ellas; aunque
cuando se van, vuelvo a sentirme triste y apenado. Cada recuerdo que
guardo de ellas, fotos,regalos, juguetes...me pone triste y me
emociona.
Aunque este verano me vaya a vivir allí
, al igual que he vivido esta Semana Santa, me parece muy poco
tiempo; porque a mí me gustaría estar siempre junto a ellas, vivir
allí. Así que ahora solo pienso en los meses, los días y las
horas que faltan para volver a verlas.
¡Un beso muy fuerte para mis hermanas!
Jesús Cárdenas Cabrera
Mi balón de fútbol
Hace ya mucho tiempo, cuando yo tenía
pocos años, mi padre me regaló un balón de fútbol de la liga. Era
muy chula, de color blanco y azul. Tenía otras pelotas, pero la que
más me gustaba era esa.
Le tenía tanto cariño que siempre la
llevaba a todos lados, como un animal de compañía, hasta que un mal
día,jugando al fútbol, la embarqué en un solar abandonado y no la
pude recuperar. Ahora, siempre que veo un balón parecido, me acuerdo
mucho de aquel que tuve cuando era pequeño, y que mi padre me regaló
con tanto cariño.
Álvaro Copete
No hay comentarios:
Publicar un comentario