sábado, 15 de marzo de 2014

¿Qué pasaría si...


 Nuestros alumnos de Cuarto de Diversificación nos cuentan en qué se han convertido por unas horas, por unos días, para siempre...


Mi vida de perro

Una mañana me levanté y descubrí que estaba durmiendo fuera de mi casa y al levantarme, vi que tenía dos patas en vez de brazos, y pezuñas en vez de manos. Me di cuenta de que no era un sueño, porque me mordí con mis afilados colmillos las patas y seguía aquí. ¡Era mi perra! no me lo podía creer, casi me desmayo.
Al rato salió mi madre de la casa, pero, como yo soy un perro …  intenté comunicarme con ella, pero solo escuchaba el ladrido de su perra. Yo convivía con otros perros como Nala, que en este caso es mi hija, y Duque, mi amigo, y encerrados en las perreras estaban Jani y Tango, y al lado Canela con sus tres pequeñines: Curiosa, Rubia y Palomo.
Más tarde salió mi dueño José María, que antes era yo, y me llamó para que me metiera en el cobertizo para cazar una rata. Me di cuenta de que el resto de mi vida lo pasaría siendo una perrita llamada Negri, pero no pasa nada, me acostumbraré, porque como los perros no tienen ni colegio, ni que trabajar pues es muy guay, es como un sueño hecho realidad. 

José María Gómez Cava,4ºB 

Las únicas almas del planeta

Una mañana de invierno, me levanté para ir al instituto algo rara; no sabía que ocurriría pero tenía un mal presentimiento, no eché mucha cuenta y me fui para el instituto. Cuando llegué no había nadie. Yo, angustiada y asustada, miré por todas las clases y por todos lados, “ya me noté yo un poco rara al despertar esta mañana”, dije.
Llorando me fui a mi casa, sin saber lo que pasaba, las calles y todo vacías… cuando llegué a mi casa, estaba mi madre y me dijo “tranquilízate, y dime que te ocurre”. Ella me abrazó; “ mamá, no hay nadie en el instituto, ni en ningún sitio ”. Ella,angustiada, lamó a mi abuela, mis primas, mis tías… pero nadie cogía el teléfono. Fuimos a sus casas, nadie había por ningún sitio.
Era la hora de comer, y no teníamos nada; tuvimos que ir a la tienda, pero tampoco había nadie aunque la tienda estaba abierta. Entramos y cogimos comida. Nos dimos cuenta de que todo el mundo había desaparecido, y mi idea fue de ir a las tiendas y coger lo que me gustase sin pagar nada.
Cuando pasó un mes, una mañana al despertar iba a ir a la tienda, y cuando salí de mi casa estaban mis vecinos. Me quedé asombrada y se lo dije a mi madre, mi madre salió y habló con las vecinas y ellas dijeron que no sabían lo que había ocurrido. 

Aroa Barrera

¿Quién soy yo?

Me levanto una mañana de viernes cuando mi hermana pequeña, Lucía,me dice: Elena, ¿qué haces aquí, no te fuiste ayer para tu casa? Le contesto histérica: qué dices, ¿estás de broma? Llego tarde al instituto y no estoy para bromas, mi hermana se queda extrañada; intento buscar a alguien en casa para que me diga por qué está así, por qué me llaman Elena cuando realmente me llamo Nerea. Busco en el salón, en el cuarto de mis padres y no los encuentro. Ayer mi hermana pequeña jugando con el balón me rompió el único espejo que quedaba, el del pasillo. No tengo donde mirarme y ya son y 25. Me dispongo a ir al instituto a hablar con Elena, pero no la encuentro por ningún lado, siento a alguien detrás de mí cuando miro y me veo a mí misma, no lo entiendo, cómo puede ser perfecta, igual que yo.
Me desmayé, me encuentro en la sala de profesores, ella estaba conmigo dice de ser mi amiga pero es “yo”, ¡no lo entiendo!
Me he convertido en mi amiga, pero aún no me he visto en el espejo, es como si no existieran. Escucho voces raras diciéndome: “despierta, Nerea, vas a llegar tarde, los papás se fueron de viaje y aún no han vuelto”. Era una pesadilla. ¿Cómo me ha pasado esto?

Ana Belén Moreno 4º B

¿Y este nuevo idioma?

Me desperté una mañana de invierno muy temprano, a las 7 de la mañana exactamente, a esa hora mi madre ya estaba despierta. Cuando me acerqué a ella se dirigió a mí en un idioma que yo nunca había oído, ni en el colegio, ni en la televisión. En ese momento estaba desconcertado, me fui corriendo a mi cuarto y me metí en la cama muy asustado, aunque mi mente intentaba transmitirme que no había pasado nada.
A las ocho me desperté de nuevo, creyendo haber soñado que el castellano había desaparecido. Me levanté y fui corriendo en busca de mi madre gritándole “¡buenos días!”, a lo que ella contestó en un idioma inaudito. Yo estaba confuso, no había sido un sueño, en todos los canales de la televisión y en las redes sociales se escuchaba el mismo idioma. Era como si todo el mundo hubiese estado escuchando ese idioma menos yo.
Ese día estuve por toda la ciudad a ver si daba con alguna pista, ya que no había ido al colegio esa mañana porque no entendía nada.
Por la noche me acosté a las nueve, muy temprano comparado con otras veces, estaba muy confuso; no había hablado con nadie en todo el día.
A la mañana siguiente me desperté pronunciando ese idioma que ni yo misma entendía.
Jaime Martín Gómez 4ºB


Una vida de perro
Una noche dormía junto a mi perro, cuando me desperté me vi yo acostada en la cama; cuando bajé de la cama vi que tenía cuatro patas. Fui a asomarme al espejo y me di cuenta de que me había convertido en mi perro. Me entraron ganas de hacer mis necesidades y fui a pedirle a mi ama que me abriera la puerta. Cuando me la abrió, fui a la esquina y empecé a mear con la pata levantada. Tenía miedo, pero a la vez me sentía libre: fui dando una vuelta por todo el pueblo, corriendo detrás de los perros, oliéndole s y meando por todos lados. La gente me daba voces y quería pegarme, pero a mí me daba igual, yo seguía mi rumbo. Cuando pasó un buen rato fui oliendo para llegar hasta mi casa. Allí ya me tenían la comida preparada, comí y me eché a dormir un rato. A las cinco y media me levanté y le pedí a mi ama que saliéramos a la calle. Fuimos al parque y estuve corriendo toda la tarde. Después llegué a casa, bebí agua y me eché a dormir. Cuando desperté al día siguiente me di cuenta de que todo había sido un sueño. Ya volví a ser yo, pero fue una experiencia muy bonita.
Noelia González Talavera 4ºB


¿Qué pasaría si fuera una mariposa?

Un día por la mañana cuando sonó el despertador para ir a clase me sentí raro, no podía levantarme. Cuando conseguí hacerlo noté como si fuera volando, tenía polvitos encima del cuerpo, los brazos eran alas, en lugar de piernas tenía seis patas, y la cabeza era muy pequeña. Salí volando de la cama, fue asombroso, tenía el tamaño de una mariposa, todo era muy grande desde mi visión. Mi madre me buscaba entre las mantas, pero vio que no estaba. Me posé en su cabeza y ni se dio cuenta. un día después me convertí en gusano y andaba poco a poco haciendo ondulaciones con el cuerpo. Al día siguiente, al levantarme, ya era una persona normal. Mi madre me abrazó y me dijo que dónde había estado, pero no fui capaz de decírselo.

Manuel Orellana 4º B



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