sábado, 29 de marzo de 2014

Publipoema

Cuántas veces nos encontramos en los mensajes publicitarios auténtica belleza, creada con la única finalidad de acercar mejor el producto a un público cada vez más exigente con el mensaje. Pues bien, nuestros alumnos de PCPI2 han dado forma, a partir de poemas maravillosos de nuestros grandes poetas, a unos "publipoemas" muy divertidos, curiosos y, por qué no, hermosos.

Marina Impasible

Por primera vez, o por última,

soy libre...

Arbustos con espuelas
de marfil. Rocas oxidadas.
El otoño pliega sus tonos
frente al crujido de las olas.
Por primera vez, o por última.
                           José Hierro

SEGUROS DIRECT
Por primera vez, o por última
soy fuerte...
Pinos con espuelas
de marfil. Piedras oxidadas.
El invierno pliega sus sonidos
frente al estrépito de las olas.
Por última, o por primera vez
disfruto tranquilo con
SEGUROS DIRECT.
           Domiciano
 
Otoño
El cárdeno otoño
no tiene leyendas
para mí. Los salmos
de las frondas muertas,
jamás he escuchado,
que el viento se lleva.
Yo no sé los salmos
de las hojas secas,
sino el sueño verde
de la amarga tierra.

       Antonio Machado

Otoño Don Simón

El cárdeno Don Simón
no tiene alcohol
para mí. Los cantes
de la huerta honda
siempre han escuchado
a Don Simón a todas horas.
Yo los escucho a lo lejos
cuando veo el fondo
de mi vaso seco.

      Antonio Benítez 

 
MELANCOLÍA
Me siento, a veces, triste
como una tarde del otoño viejo;
de saudades sin nombre,
de penas melancólicas tan lleno...
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las tumbas de los muertos
y en torno a los cipreses y a los sauces
que, abatidos, se inclinan... Y me acuerdo
de historias tristes, sin poesía... Historias
que tienen casi blancos mis cabellos.


Alegría de Kitkat
Me siento a veces dulce
como una tarde de verano con un kitkat en la mano.
Kitkat le pusieron de nombre,
con pena entra en mí sabiendo que acabará por consumirse.
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las gotas de chocolate del kitkat.

Juan A. González Valle


EL OTOÑO SE ACERCA
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre. 
                        Ángel González


La ESTRELLA DEL SUR se acerca

La Estrella del Sur se acerca con su cresta espumosa,
unos minutos apenas me apartan de ella;
espero en el bar con congoja a esa rubia indiscreta
que de la mano viene bajo la sonrisa de una linda camarera.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un botellín súbito ilumina el prodigio:
ha pasado un ángel
y viene con una tapa.
¡Qué alegría más grande!
¡Así es mi tierra, así es mi Andalucía!
                            Varios

Dans ma Péniche
Quiero vivir cuando el amor muere;
muere, muere pronto, amor mío.
Abre como una cola la victoria purpúrea del deseo,
aunque el amante se crea sepultado en un súbito otoño,
aunque grite:
Vivir así es cosa de muerte.
                          Luis Cernuda
 
Pantene

Quiero vivir cuando el champú muera;
muere, muere pronto, PANTENE.
Abre como gaviota los cabellos al viento, púrpuras doradas.
Aunque el líquido espumoso se crea invencible sobre el suave vello,
aunque grite:
vivir así no es para siempre.
                      
                           David Benítez 

 

Otoño
El viento, los bosques
mueren besando la lenta
luz de la tarde.
Ejércitos de noche vienen
por caminos solitarios.


Cruzcampo
La soledad, los aullidos
mueren besando la lenta
pasión del amanecer.
Con tu cerveza CRUZCAMPO
la vida es todo un placer.
Juan Antonio Vega


domingo, 16 de marzo de 2014

¿Qué pasaría si...


Los alumnos de  Refuerzo de Lengua de Primero nos quieren sorprender, y  van a contarnos sus sueños y sus transformaciones tan particulares. Con mucho esfuerzo hemos conseguido estos pequeños relatos, seguro que os gustan.

¿Qué pasaría si fuera un billete?
Aquella mañana de verano me desperté a las nueve con ganas de ir al baño, pero, cuando intenté levantarme, vi que no tenía ni pies ni cabeza—aunque la cabeza la tenía muchas veces perdida—ni cara, ni cuerpo, ni brazos, ni manos. Sentí que no valía nada.
No pasó mucho rato cuando mi madre se acercó a mi habitación, como hacía cada día para cerciorarse de que me había levantado. No me vio en la cama, pero justo en mi lugar había un billete de 500 euros. Se quedó estupefacta. Un billete por una hija, pensaría para sí misma. Se preguntó en voz alta—y eso sí que lo podía oír-- dónde estaba yo y qué hacía aquel billete ocupando mi lecho, mi lugar, mi espacio; quién lo habría llevado allí. Fue al cuarto de mi hermana para preguntarle dónde estaba yo, dónde ...me había metido. Pero mi hermana hacía unas diez horas aproximadamente que no me veía, justo las horas que llevaba yo en la cama.
Mi madre, en vista de que no sacaba ni una palabra a mi hermanita, volvió a mi habitación para coger el billete , pero cuál no sería su sorpresa que ya no lo encontró, porque ahora estaba yo de nuevo allí, entre las sábanas, en cuerpo y alma. ¡Por fin podría ir al baño!
No puso muy buena cara, y eso me desagradó bastante. ¿Acaso no valía yo más de 500 euros? ¿O el cambio era el mismo? Estoy segura de que salimos ganando con mi regreso, ¿verdad, mami?

Natalia Herrera Díaz ( 1º ESO A)

¿Qué pasaría si fuera un diccionario?
Había estado estudiando toda la noche, porque tenía un examen de inglés, y no entendía nada. Tenía a mi lado el dicconario y comencé a pensar que si fuera un diccionario sería el más listo del mundo, tendría todos los conocimientos en mi cabeza.
Me quedé dormido y comencé a sonar: yo ya no era yo, era un libro inmenso que abrían y cerraban muchas personas; me preguntaban una y otra vez, y después de tanto molestarme me seguían consultando. Era algo agotador.
Pasé la peor noche de mi vida y no querría volver a ser diccionario, aunque eso significara ser el más listo del mundo. Nunca más he soñado nada igual.

Daniel Rivero (1º ESO A)

¿Qué pasaría si perdiera mi boca?

Aquella noche había sido demasiado larga, o ,al menos eso me había parecido a mí. Me desperté sorprendido por mi mal humor, no había descansado nada. Mi padre estaba acostado aún y le dije a mi madre que me iba al sillón a ver la tele (me encanta ver los dibus cuando me levanto por la mañana). Cuando pasó más de una hora llegó mamá al salón y quise hablarle, movía los brazos, la cara, pero no salía ni un solo sonido de mi boca. Más tarde llegó mi hermano, y él , igualmente, hacía oídos sordos a lo que yo intentaba decir. Yo no entendía nada, nadie podía oírme por mucho que yo lo intentara.
A la mañana siguiente, cuando era la hora de comer, me senté a la mesa con toda mi familia—tenía mucha hambre-- pero no podía comer:me había desaparecido la boca. No sabía qué era peor, si no poder hablar, o no poder comer.
Cuando desperté me toqué angustido la boca, la cara. Tenía un apetito que no podía entender, como si llevara cuatro días sin poder abrir la boca, ¿qué boca?. Sí, mi boca. Ya la podía abrir y hablar. De tanta hambre que tenía me comí un pollo asado yo solo.

Marcos Alexis Cabello Pérez (1º ESO A)

¿Qué pasaría si fuera un canario?
Era una mañana muy tranquila, se respiraba el aire fresco de la primavera. Me levanté de la cama, pero mis piernas apenas podían soportar el peso de mi cuerpo, eran unos minúsculos palillos de dientes. Sentí mi cuerpo distinto, con otro tacto, todo cubierto de plumas; en los extremos, mis brazos ya no eran brazos, eran un par de alas; y un pico pequeño y juguetón sobresalía de mi cara. Todo esto metido en una jaula y disfrutando del sol de la mañana.
Empecé a cantar, pues hablar no podía, mi pico me impedía articular palabras. Era el canto de un canario, un hermoso y melodioso canto. Cuando mi madre llegó a mi habitación, no había nadie. Pasó por el patio y yo quise dirigirme a ella, pero, como ya he dicho, no podía hablar, así que solo pude cantarle una canción que ella me cantaba cuando yo era pequeño. Entonces me reconoció. Sí, mamá, SOY YO.

José Antonio (1º ESO A)


sábado, 15 de marzo de 2014

¿Qué pasaría si...


 Nuestros alumnos de Cuarto de Diversificación nos cuentan en qué se han convertido por unas horas, por unos días, para siempre...


Mi vida de perro

Una mañana me levanté y descubrí que estaba durmiendo fuera de mi casa y al levantarme, vi que tenía dos patas en vez de brazos, y pezuñas en vez de manos. Me di cuenta de que no era un sueño, porque me mordí con mis afilados colmillos las patas y seguía aquí. ¡Era mi perra! no me lo podía creer, casi me desmayo.
Al rato salió mi madre de la casa, pero, como yo soy un perro …  intenté comunicarme con ella, pero solo escuchaba el ladrido de su perra. Yo convivía con otros perros como Nala, que en este caso es mi hija, y Duque, mi amigo, y encerrados en las perreras estaban Jani y Tango, y al lado Canela con sus tres pequeñines: Curiosa, Rubia y Palomo.
Más tarde salió mi dueño José María, que antes era yo, y me llamó para que me metiera en el cobertizo para cazar una rata. Me di cuenta de que el resto de mi vida lo pasaría siendo una perrita llamada Negri, pero no pasa nada, me acostumbraré, porque como los perros no tienen ni colegio, ni que trabajar pues es muy guay, es como un sueño hecho realidad. 

José María Gómez Cava,4ºB 

Las únicas almas del planeta

Una mañana de invierno, me levanté para ir al instituto algo rara; no sabía que ocurriría pero tenía un mal presentimiento, no eché mucha cuenta y me fui para el instituto. Cuando llegué no había nadie. Yo, angustiada y asustada, miré por todas las clases y por todos lados, “ya me noté yo un poco rara al despertar esta mañana”, dije.
Llorando me fui a mi casa, sin saber lo que pasaba, las calles y todo vacías… cuando llegué a mi casa, estaba mi madre y me dijo “tranquilízate, y dime que te ocurre”. Ella me abrazó; “ mamá, no hay nadie en el instituto, ni en ningún sitio ”. Ella,angustiada, lamó a mi abuela, mis primas, mis tías… pero nadie cogía el teléfono. Fuimos a sus casas, nadie había por ningún sitio.
Era la hora de comer, y no teníamos nada; tuvimos que ir a la tienda, pero tampoco había nadie aunque la tienda estaba abierta. Entramos y cogimos comida. Nos dimos cuenta de que todo el mundo había desaparecido, y mi idea fue de ir a las tiendas y coger lo que me gustase sin pagar nada.
Cuando pasó un mes, una mañana al despertar iba a ir a la tienda, y cuando salí de mi casa estaban mis vecinos. Me quedé asombrada y se lo dije a mi madre, mi madre salió y habló con las vecinas y ellas dijeron que no sabían lo que había ocurrido. 

Aroa Barrera

¿Quién soy yo?

Me levanto una mañana de viernes cuando mi hermana pequeña, Lucía,me dice: Elena, ¿qué haces aquí, no te fuiste ayer para tu casa? Le contesto histérica: qué dices, ¿estás de broma? Llego tarde al instituto y no estoy para bromas, mi hermana se queda extrañada; intento buscar a alguien en casa para que me diga por qué está así, por qué me llaman Elena cuando realmente me llamo Nerea. Busco en el salón, en el cuarto de mis padres y no los encuentro. Ayer mi hermana pequeña jugando con el balón me rompió el único espejo que quedaba, el del pasillo. No tengo donde mirarme y ya son y 25. Me dispongo a ir al instituto a hablar con Elena, pero no la encuentro por ningún lado, siento a alguien detrás de mí cuando miro y me veo a mí misma, no lo entiendo, cómo puede ser perfecta, igual que yo.
Me desmayé, me encuentro en la sala de profesores, ella estaba conmigo dice de ser mi amiga pero es “yo”, ¡no lo entiendo!
Me he convertido en mi amiga, pero aún no me he visto en el espejo, es como si no existieran. Escucho voces raras diciéndome: “despierta, Nerea, vas a llegar tarde, los papás se fueron de viaje y aún no han vuelto”. Era una pesadilla. ¿Cómo me ha pasado esto?

Ana Belén Moreno 4º B

¿Y este nuevo idioma?

Me desperté una mañana de invierno muy temprano, a las 7 de la mañana exactamente, a esa hora mi madre ya estaba despierta. Cuando me acerqué a ella se dirigió a mí en un idioma que yo nunca había oído, ni en el colegio, ni en la televisión. En ese momento estaba desconcertado, me fui corriendo a mi cuarto y me metí en la cama muy asustado, aunque mi mente intentaba transmitirme que no había pasado nada.
A las ocho me desperté de nuevo, creyendo haber soñado que el castellano había desaparecido. Me levanté y fui corriendo en busca de mi madre gritándole “¡buenos días!”, a lo que ella contestó en un idioma inaudito. Yo estaba confuso, no había sido un sueño, en todos los canales de la televisión y en las redes sociales se escuchaba el mismo idioma. Era como si todo el mundo hubiese estado escuchando ese idioma menos yo.
Ese día estuve por toda la ciudad a ver si daba con alguna pista, ya que no había ido al colegio esa mañana porque no entendía nada.
Por la noche me acosté a las nueve, muy temprano comparado con otras veces, estaba muy confuso; no había hablado con nadie en todo el día.
A la mañana siguiente me desperté pronunciando ese idioma que ni yo misma entendía.
Jaime Martín Gómez 4ºB


Una vida de perro
Una noche dormía junto a mi perro, cuando me desperté me vi yo acostada en la cama; cuando bajé de la cama vi que tenía cuatro patas. Fui a asomarme al espejo y me di cuenta de que me había convertido en mi perro. Me entraron ganas de hacer mis necesidades y fui a pedirle a mi ama que me abriera la puerta. Cuando me la abrió, fui a la esquina y empecé a mear con la pata levantada. Tenía miedo, pero a la vez me sentía libre: fui dando una vuelta por todo el pueblo, corriendo detrás de los perros, oliéndole s y meando por todos lados. La gente me daba voces y quería pegarme, pero a mí me daba igual, yo seguía mi rumbo. Cuando pasó un buen rato fui oliendo para llegar hasta mi casa. Allí ya me tenían la comida preparada, comí y me eché a dormir un rato. A las cinco y media me levanté y le pedí a mi ama que saliéramos a la calle. Fuimos al parque y estuve corriendo toda la tarde. Después llegué a casa, bebí agua y me eché a dormir. Cuando desperté al día siguiente me di cuenta de que todo había sido un sueño. Ya volví a ser yo, pero fue una experiencia muy bonita.
Noelia González Talavera 4ºB


¿Qué pasaría si fuera una mariposa?

Un día por la mañana cuando sonó el despertador para ir a clase me sentí raro, no podía levantarme. Cuando conseguí hacerlo noté como si fuera volando, tenía polvitos encima del cuerpo, los brazos eran alas, en lugar de piernas tenía seis patas, y la cabeza era muy pequeña. Salí volando de la cama, fue asombroso, tenía el tamaño de una mariposa, todo era muy grande desde mi visión. Mi madre me buscaba entre las mantas, pero vio que no estaba. Me posé en su cabeza y ni se dio cuenta. un día después me convertí en gusano y andaba poco a poco haciendo ondulaciones con el cuerpo. Al día siguiente, al levantarme, ya era una persona normal. Mi madre me abrazó y me dijo que dónde había estado, pero no fui capaz de decírselo.

Manuel Orellana 4º B



¿Qué pasaría si


Nuestros alumnos de segundo de ESO se transforman en sus sueños. ¿Tienes algún sueño semejante? Pues, cuéntalo.

¿Qúe pasaría si al despertar me hubiera transformado en una pantalla de ordenador ?

Un día de primavera, el sol se asomaba por la ventana impidiéndome dormir.Al bajarme de la cama, descubrí que lo que el día anterior tenía, no lo encontraba en mi cuerpo.
Me trasladé hacia el baño. Pude descubrir que no me podía ver en el espejo, mi cuerpo era muy pequeño. ¿Cómo de la noche a la mañana mi cuerpo se había vuelto más pequeño? Observé que estaba rodeada de cables por todas partes. Me monté en el taburete que tiene mi madre, y vi que era una pantalla de ordenador. Mi cabeza se había sustituido por la pantalla; mi cuerpo, en el teclado; y mis manos, en el ratón. Nunca había tenido tantas cosas metidas en mi cerebro: números, letras, palabras, imágenes, códigos secretos …
De pronto sentí un calor humano sobre mi mano, o sea, sobre mi ratón. Era mi hermano pequeño que venía a entretenerse, como todas las tardes, con su amigo Javier.
Cuando mi hermano despidió a su amigo, era la hora de cenar. Mi madre, preocupada por mí, ya que no había aparecido en toda la noche, empezó a llamarme y a buscarme. No consiguieron encontrarme, ya que yo no era un ser humano.
Pero al día siguiente volví a ser la niña de pelo moreno que era antes.
                                                                  Paula Cabello Pérez, 2ºC.

¿Qué pasaría si fuera un peluche?

Aquella mañana me desperté acalorada, como si no pudiera moverme.Mi hermana, que estaba dormida a mi lado, se levantó y noté como si me estuviera cogiendo. Lo primero que me pregunté fue cómo me podía coger mi hermana, si solo tenía tres años, y yo, diez. No paraba de zarandearme de un lado para otro. Mi madre la llamó para comer, se fue y me soltó en la cama, bueno, me lanzó.
Al cabo de media hora vino mi madre hacia donde yo me encontraba y se asustó, porque no sabía dónde estaba. Mi madre salió a buscarme, y le pidió a mi hermana que se metiera en la cama con su osito de peluche, que ella iba salir a buscarme. Me metió en la cama, y noté mucho cansancio y mareo. Noté cómo me desmayaba. Cuando desperté aparecí al lado del peluche, y ya se me vino a la cabeza lo que había ocurrido. Por un momento me convertí en el peluche,aunque solo había sido un sueño.

Isabel Pozo Herrera, 2ºC. 

¿QUÉ PASARÍA SI UN DÍA FUERA UN RELOJ?
Una tarde mientras,caminaba por la calle,encontré un reloj ,lo cogí y me lo puse. Al llegar a casa me comí un bocadillo y me fui a dormir. A la mañana siguiente me desperté y, sin saber cómo ni por qué, yo no era yo,me había convertido en un reloj.
Era sábado, menos mal que no tenía que ir al colegio. Mi madre estaba dormida y yo no quería despertarla. Al rato se levantó y no se dio cuenta de que yo era el reloj de la mesita. Mi madre no paraba de buscarme y,aunque yo intentaba hablarle,no podía. No salí, no tenía piernas,no podía andar. No sabía qué hacer. A la hora de dormir,me acosté pronto,y al día siguiente era yo otra vez. Al verme mi madre me preguntó en dónde había estado todo el día anterior y  yo no sabía cómo decirle que había sido un pequeño reloj solo por un día.

ESTHER Mª BARROSO MONTERO 2ºA

 SI YO FUERA UN BALÓN.
Durante toda la tarde estuve jugando con mis amigos al fútbol. Después me fui a mi casa,cené y luego me acosté.
Al llegar la mañana me levanté con mareos y me miré en el espejo, vi que era un balón. Mi madre muy pronto se iría al trabajo. Bajé  las escaleras, pero daba vueltas y vueltas, iba botando de un lado a otro sin control y,por mucho que corrí, no pude hablar con ella antes de marcharse. Mi cabeza iba a estrellar.
Logré salir a la terraza y, allí, el perro de mi tía me vio y se lanzó sobre mí. Me estaba mordiendo. Sus mordiscos eran como un martillo clavándome una puntilla. Me soltó justo en el momento en que  mi hermano me cogió  para jugar, pero él tampoco  me escuchaba, solo se dedicaba a darme patadas y más patadas.
Se fue a jugar al fútbol; los pases y los chutes dolían como picaduras de abejas. Al regresar, mi madre no vio dónde estaba y comenzó a preocuparse por mí. Ya era tarde y yo seguía en aquella forma extraña.
Mi padre dijo que posiblemente estaría en la casa de mi abuela. Yo estaba rendido de tanto trajín. Poco después me metió un chute y me dieron con los barrotes de la portería. Entré en coma en ese momento, dejé de ser consciente de todo aquello que me estaba sucediendo. Cuando desperté, todo había vuelto a la normalidad. Mi perra me estaba mordisqueando en las manos. ¡Mis manos! todo había sido un sueño.
David Romero

¿Qué pasaría si un dia al despertar fuera una fresa?
Aquella mañana de verano, tumbada al sol, al mirar al frutero vi unas frutas rojas, radiantes y muy maduras. Nunca había visto nada tan apetitoso. Mientras me las comía, me quedé dormida. Cuando me levanté, vi que estaba convertida en una fresa, y del asombro no sabía cómo reaccionar. Yo no quería salir a la calle, porque pensaba que se iban a reír de mí.

-“¡Mira que fresita, si anda y todo!
-¿Has visto una cosa igual?
Dirían unos y otros al verme pasear. Al rato vi que mis padres llegaban de la compra. Mi padre era un plátano y mi madre un melocotón. Así que pensé que también se habrían reído de ellos. Les pregunté y me dijeron que no, así pues, salí a la calle y me di cuenta de que todo el mundo iba de frutas.
Sentía que alguien me tocaba y era mi madre que me había despertado.
María Rey (2º A)


¿Qué pasaría si un día al despertar fueras aire?

Una mañana de verano me quedé a dormir en el campo. Cuando desperté,me encontré volando de un lado a otro y ya no estaba en el campo.Me sentía rara, miré hacía los lados y vi un verde prado con árboles frondosos y no encontré nada de mi cuerpo ni de mis manos ,ni piernas,..Me quedé muy asustada, creía que solo era un sueño pero no lo era,porque mi madre cuando son las ocho de la mañana me despierta y eran las ocho y no sentía nada en mi espalda .Mi madre, cuando subió a levantarme, no me encontró ,me buscó por todos lados y nada de nada. Se lo dijo a mi padre y fueron a buscarme a casa de mi amiga y tampoco allí dieron conmigo. Me buscaron por todos lados,y yo,mientras tanto, los veía y me sentía  muy preocupada por quedarme así. Al día siguiente, me levanté y estaba en mi campo. Me dijo mi madre:”¿ dónde te habías metido ayer?”. A lo que yo le respondí: "Solo me fui a la casa de una amiga."
NORA AKRACH (2B)

¿Que pasaría si me despertara y fuera un reloj?

Una mañana, al despertarme, intenté moverme pero no pude. Intenté gritar, pero el único ruido que hacía era parecido a un despertador: "tic, tac, tic, tac,tic..." repetía una y otra vez de forma absurda. Llegué a la conclusión, sin tener que pensar mucho, de que era  un reloj. Solo  podía girarme a la izquierda y a la derecha. Aunque no podía beber, ni comer, ni hablar ni estar con mis amigos, podía saltarme el instituto, no hacer nada y dormir como nunca, pero escuchando ese monótono tic-tac a todas horas.. Al despertarme , volví a ser yo, pero oí ese maldito ruido del despertador que me invitaba a irme al instituto un día más.
Andrés Morales

viernes, 14 de marzo de 2014

Cuéntame un cuento

La historia nos ha sido  mostrada de mil y una maneras, pero nuestros alumnos también tienen  una forma de contarla, cargada de fantasía y de imaginación. La historia que ellos nos narran se vuelve personal, se vuelve única, se convierte en literatura. Aquí os dejamos unos  relatos  "históricos" realizados por los alumnos de PCPI2. ¿Verdad o mentira? Lo que tú prefieras.


El sueño de Ramsés

Cuenta la leyenda que hace unos 5.000 años, en la civilización de Egipto, vivía un hombre llamado Ramsés. Era un sirviente del faraón Tutankamón, pero no era un sirviente cualquiera, era el ‘’ojo derecho’’ del faraón. Gozaba de privilegios que o tenían los otros sirvientes, pero todo a escondidas.

Desde pequeño Ramsés tenía un sueño, quería ser el faraón de Egipto. Un día decidió contárselo a Tutankamón, este lo vio como una locura y le dijo que un sirviente, no podría pasar a ser faraón en la vida. Estas palabras a Ramsés le dolieron bastante, tanto que enfrió la relación con el faraón.

Pasado dos meses Tutankamón mandó a otros sirvientes llamar a Ramsés. Este se presentó de inmediato, sabía que algo importante tenía que decirle. Las palabras fueron ‘’Tengo la solución para que puedas llegar a ser faraón’’. Ramsés se puso muy nervioso, lo primero que preguntó era que qué tenía que hacer, y el faraón comenzó a darle consejos.
Primero tendría que hacerse pasar por noble, después conquistar a una mujer de la nobleza, y por último si nadie lograba descubrir que era un sirviente, el propio Tutankamón le cedería el trono.

Ramsés se lo tomó muy en serio, ya que era el sueño que perseguía desde pequeño.
Lo primero que tuvo que hacer fue dejar de ser sirviente, y cambiar de vestimenta. Fue a un pueblo vecino con Tutankamón, este le eligió y costeó la ropa. Ya iba cogiendo forma de noble. Ahora debería aprender los modales y un lenguaje más culto, para parecer un auténtico noble.

Tras varios meses practicando, ya podía hacerse pasar por noble sin que lo descubrieran.
El próximo paso era casarse con una mujer de la nobleza. Esto le costó más trabajo, ya que en su vida de sirviente no había podido mantener relación con ninguna mujer, pero tras un año, Ramsés consiguió encontrar a la mujer, con la que tendría un hijo.

Ya solo le quedaba un paso, que Tutankamón le cediera el trono. Y así fue tras varios años persiguiendo su sueño, Ramsés se hizo con el poder de Egipto. Había pasado de ser sirviente a faraón. Esto era una cosa inimaginable para un sirviente, y todo fue gracias a Tutankamón. Ramsés para agradecérselo mandó a construir la esfinge mayor creada con la cara de Tutankamón, y esta es la historia de cómo un sirviente pasó a faraón en tan sólo tres años….

Manuel Conde (PCPI2) 


El FUEGO


Aquella familia de la Prehistoria procedía de la evolución de homo erectus. Había como unos ocho adultos, más varios chicos. Uno de ellos era muy listo, y un día, ya en su pubertad, se alejó de la tribu de su familia, se adentró en un bosque y se dio cuenta de que no sabía volver atrás. Se puso muy nervioso y cuando empezó a oscurecer recogió ramas y piedras para hacer un arma para poder cazar y para tener comida durante la noche. Se fabricó una lanza y un hacha.
La noche caía, fue a buscar algo de comida y cazó un ciervo para alimentarse. Mientras estaba al lado de las ramas y del pasto, empezó a cortar el animal para comérselo y hubo un choque entre dos piedras, de las que saltó una chispa hacia las ramas y empezaron a arder. Él se quedó con la boca abierta, no sabía qué era eso, y empezó a tocar para comprobarlo y se quemó. Después de mucho pensar, tuvo una idea y cogió la carne del ciervo y empezó a quemarla. Más tarde comenzó a comérsela y se quedó asombrado con el gusto, estaba más bueno, más sabroso que todas las carnes que había probado hasta entonces.
Cuando amaneció, y ya con la luz del día reconoció el camino de vuelta, se dirigió hacia su tribu y empezó hablar en su idioma, formado de gestos y sonidos guturales muy variados. Todos se quedaron intrigados preguntándose qué era lo que quería decir. Fue a por dos piedras , por pasto y por unas ramas secas, realizó los choque con las dos piezas y , después de unos largos segundos de espera, brotó el humo y tras él, las llamas. Pasó un trozo de carne y más tarde se lo dio a su familia, quienes se quedaron muy sorprendidos por lo que habían descubierto. Desde aquel día, y viendo los resultados de aquel invento, empezaron a hacer fuego para comer y lo que, en un primer momento , les causaba tanto temor, les fue de gran utilidad para su cobijo y para su alimentación.
Con el tiempo y con algunas generaciones fueron avanzando en sus ideas, como calentar agua, hacer comidas de otras maneras. Aquel chaval fue creciendo, fue aprendiendo poco poco y su capacidad seguía aumentando. Pasados unos años, el joven creció y tuvo una familia, un niño y una niña, que heredaron los conocimientos de su padre y siguieron avanzando en la evolución de los seres humanos.

 Domiciano González Vega(PCPI2)


¡POR ESPARTA!

Hace muchos años, en la Edad Antigua, concretamente, nació un niño de madre y padre espartanos. Al joven le llamaron Manuel Antonio. Aún siendo nino, como era normal en esta sociedad, tuvo que pasar una serie de pruebas para ver si serviría para ser guerrero cuando llegara la ocasión.
Al meter al niño en el río con el agua fría no lloró, ni siquiera se inmutó de lo que estaba pasando, solamente se reía cuando lo introdujeron en el agua. Las personas que había allí presentes no podían creer lo que estaban viendo: “Ese niño promete ser buen guerrero”, se decían unos a otros.
Pasados unos años, el joven, después de haber pasado su gran infancia con su madre-- ya que era su padre guerrero, y no podía salir del cuartel de reclutamiento-- a sus siete años Manuel Antonio fue separado de su madre para desempeñar una tarea de guerrero espartano. Cuando tenía catorce años lo dejaron abandonado en un bosque en pleno invierno, sin ropa, ni armas y sin comida. El debía matar o sobrevivir ante un fiero lobo o cualquier animal de peligro y tendía que llevarle la piel a los dos reyes espartanos.
Manuel Antonio regresó a Esparta después de cuatro meses perdido en el bosque. Cuando entró en Esparta los reyes creían que había muerto en el frio invierno. Todas las personas allí presente: guerreros, mujeres, niños y los más altos cargos quedaron sorprendidos de lo que habían visto. Él contó a los reyes lo que había sentido en esa última prueba antes de entrar en el ejército espartano.
Manuel Antonio, tras haber acabado su formación militar de doce años de aprendizaje, logró entrar en el ejército de su patria “ESPARTA “.
Después de varios años de contiendas, Manuel Antonio se convirtió en uno de los dos reyes, había salvado muchas batallas como general del ejército espartano.
Esparta entró e guerra con Troya, tras desigualdades de los reyes, pues el rey troyano quería Esparta. Manuel Antonio fue hacía las Termópilas para que los troyanos no lograrán conquistar Esparta. Nuestro rey se llevó al combate todos los hombres con descendencia y mas capacitados en la lucha, o sea unos 700 hombres. Troya los superaba en número, armada y ejercito que poseía. Los espartanos salvaron tres batallas aguantando las envestidas de los troyanos, sus hombres caían cada vez más y los espartanos lograban ganar las batallas que los troyanos les daban, hasta que un ejército de armada arquera y caballería pudo arrebatarle la vida a Manuel Antonio y a todo su ejército que tenía a su disposición. Troya conquistó Esparta y algunas de otras polis de Grecia.


Juan Antonio González Valle. 2º P.C.P.I.