domingo, 18 de abril de 2021

CARTAS IMAGINARIAS

 CARTAS IMAGINARIAS. LÁZARO DE TORMES


El Lazarillo de Tormes es una novela picaresca anónima, escrita en el siglo XVI, cuyo protagonista, Lázaro de Tormes, le cuenta su vida a Vuestra Merced como si de una carta se tratara. Pero cómo habrían sido las cartas de Lázaro a su madre, a su hermano o a sus antiguos amos. Los alumnos de 3º C han creado esas cartas imaginarias en las que Lázaro les cuenta anécdotas de su vida a sus familiares y antiguos amos.


CARTA DE LÁZARO AL CIEGO


Querido ciego del que jamás supe el nombre: 


Después de tantos años me he esforzado, he buscado hoja y tinta y he osado escribirle una carta.


Sin embargo, ésta no es una carta de agradecimiento y mucho menos de amor. No diré que tengo el deseo de que responda a esta carta ni que espero volver a encontrarnos pronto ya que, realmente, no tengo buenos recuerdos de usted, ni de cómo era mi vida junto a vos.


Éramos ambos unos ambiciosos, tercos, astutos y mentirosos.


Sí, yo le mentía, mas vos, ciego, me devolvíais la jugada. Tanto mi amada madre, que le juró que no saldría peor hombre que mi padre, como usted, que aseguró que cuidaría de mi pequeño mundo de crío. Tanto yo que juré comer no más que las uvas de una en una, como usted que parecía creerme. Todo, mentiras, que convirtieron mis días ,ya horrendos, en infernales.


Mas, que odie todo lo que sucedió entre nosotros tampoco significa que le odie a usted. Ya que no voy a sacar de mi mente a la fuerza todas aquellas enseñanzas, que aún de malas formas, me enseñó. Porque sí, me dio una gran calabazada contra aquel toro que hizo que me encontrara inconsciente, mas también hizo que despertara de aquella simpleza en que, como niño que era, estaba dormido. Aquello que tanta falta me hacía.


Porque mi vida a su lado era un infierno, pero uno del que o salías muerto o más vivo que antes.


Y quizás la única cosa que me dijo y no resultó ser mentira fue que me iba a dar consejos para sobrevivir. Y al verme vivo veo que lo hizo bastante bien.


Tan bien que tras usted encontré muchos más amos con los que pasé mil penurias, descubrí la hipocresía, las falsas apariencias y aquello a lo que llaman avaricia. Pero al fin y al cabo seguí sobreviviendo. 


Hasta que gracias a la suerte que jamás poseí, me encontré con mi señor, el arcipreste de San Salvador, el cual fue tan bondadoso que me casó con una de sus sirvientas, con la que ahora me encuentro casado; ella es lo que más quiero. Además tengo un trabajo digno de mis esfuerzos. El más prestigioso pregonero de vinos soy. Y aunque las malas lenguas quieran desabotonar mi felicidad botón a botón, seguiré arrimándome a los buenos.


Si, ahora me encuentro fardando de todo por lo que un día no morí.


Y para terminar, ya que nuestra relación se basaba en mentiras, mentiré de nuevo diciendo que ojalá nuestros caminos se encuentren de nuevo.


Se despide,

Aquel pequeño criado suyo, Lázaro.



Realizado por Gema Jiménez




CARTA DE LÁZARO A SU MADRE


Hola madre,


Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos por última vez y han pasado muchos acontecimientos desde que usted me dejó a cargo de aquel ciego, mi primer amo, que si usted supiera las cosas que me hizo ese despiadado hombre probablemente me hubiera buscado otra persona a quien servir. Sin embargo, aquel ciego me enseñó todo lo que sé y me hizo más astuto que un zorro. 


Mi infancia podría resumirse en una terrible hambre y un instinto de supervivencia. Ninguno de mis amos me alimentó como es debido pero no se preocupe, pues ahora vivo con una hermosa sirvienta del arcipreste de San Salvador en una acogedora casa e incluso tengo un trabajo con el que puedo ganar suficiente dinero para poder comer bien.


No quiero que se preocupe por mi niñez ya que gracias a eso hoy soy quien soy y estoy orgulloso de ello, por lo que quiero que sepa que también viví momentos graciosos(aunque entonces no lo fueron) como cuando tuve un amo hidalgo al que yo mismo tuve que alimentar de lo pobre que era o mi estancia con algunos clérigos que han hecho que aborrezca ir a la Iglesia.


Me gustaría saber cómo están mi hermano y usted y qué ha sido de sus vidas. Me gustaría que me invitara algún día a comer uno de sus sabrosos platos, pero por favor que no tenga cebolla, porque mi segundo amo hizo que las aborreciera puesto que era lo único que me daba de comer.


Espero veros pronto, Lázaro.



Realizado por Julia Borreguero





CARTA DE LÁZARO AL ESCUDERO

Querido escudero:


Me complacería saber qué fue de usted después de su marcha fugaz, ¿volvió donde usted tenía tierras?. A mi pesar, extrañé su presencia. Fue mi mejor amo, aunque dadas sus circunstancias empobrecidas no pudiera alimentarme como es debido. Me habría gustado que usted hubiese sido alguien más honrado, yo caí en su mentira, como todos los de aquel pueblo de Toledo, tan buenas vestimentas y tan buena sonrisa, mientras que lo que escondía detrás era un pobrezuelo hidalgo, y disculpe mis formas pero era así, y espero, por el bien de todos, que no siga siendo así. 


Después de usted viví muchas penurias y calamidades, mis amos siguientes a vos no fueron los mejores, a pesar de que, gracias a uno de ellos, aprendí el oficio del cual me siento muy complacido.


Ha de saber que ahora vivo bastante bien, con una mujer que sirve al arcipreste de San Salvador y siendo pregonero de vinos, no me podría ir mejor. Aunque, en el pueblo en el que me encuentro viviendo hay muchos rumores, nada buenos, ¿qué traen de bueno los rumores? Sólo traen mala vida. El caso es que estos rumores son a causa de mi mujer, todos andan diciendo que le hace la cama al arcipreste, y no de buenas maneras. Gran parte de lo que estoy viviendo ahora es gracias a usted, ya que si no se hubiera dado a la fuga nunca podría haber llegado a lo que ahora me encuentro siendo.


Así que estoy muy agradecido con usted, aunque en los tiempos aquellos no lo estuviese mucho. Espero que ahora viva como un escudero ejemplar y tenga una preciosa doncella a su lado.


Con Dios,

Lázaro 


Realizado por Mariam Loza





CARTA DE LÁZARO A SU HERMANO PEQUEÑO


Querido hermano:


Nuestros caminos se separaron cuando tú todavía eras un bebé. No entendías por qué eras negro pero ahora sí lo harás y dejarás de gritar "madre, coco" al ver a otra persona de tu color frente a ti. Cuando me separé de vosotros tuve que irme a buscar a un amo para servirle y así ganarme la vida de algún modo.


Buscar un amo no es una tarea fácil, a lo largo de mi vida he tenido muchos amos: un ciego, un clérigo, un escudero, un fraile, un buldero, un pintor de panderos y un capellán. Sé que son muchos, pero todos ellos me han enseñado a valerme por mí mismo a base de golpes y enseñanzas.


El único que me dio un trabajo para conseguir dinero fue el último: el capellán. Él me trataba bien y me dio un asno para trabajar como aguador.


Me he casado con la criada del arcipreste de San Salvador y estoy muy feliz. Mi trabajo ahora consiste en pregonar vinos; sí, soy pregonero de vinos. No es un mal trabajo, sino al contrario, voy por las calles pregonando los vinos y recorro toda la ciudad.


Os echo mucho de menos: a mamá, a Zaide y, sobre todo, a ti. Espero que todo te vaya bien.


  Un abrazo,

                                                                          Lázaro.


Realizado por Manuela Navarro




CARTA DE LÁZARO AL CLÉRIGO DE MAQUEDA


Querido amo:


Soy Lázaro de Tormes, el niño al que te encontraste en Maqueda, el que te pidió limosna y le preguntaste si sabía ayudar a misa. 


Aún recuerdo cuando me dabas poco de comer, sólo una cebolla cada cuatro días. Además , comparado con mi primer amo, me tratabas peor, porque el ciego aunque me daba también poca comida me enseñaba algo aunque fuese a base de golpes.


Eras muy tacaño pero, gracias a los entierros a los que asistíamos ,conseguía comer algo. Por eso deseaba que alguien muriera y a los que no, los maldecía.


Un día llegó un angélico calderero que me preguntó si tenía que reparar algo y le dije que no, pero que si me podía dar una llave que abriera el arcón en el que usted señor clérigo guardaba los panecillos que no me dejaba comer. Probó todas las llaves que llevaba para ver si una abría el arcón, hasta que consiguió que una lo abriera. Le pagué con uno de los panecillos que había en el arcón y luego cogí otro para mí, y cerré el arcón con la llave y la guardé. Usted pensó que eran ratones los que se llevaban el pan por eso los contaba. Como hice agujeros para que pensara que eran ratones después los tapaba. Luego, me comí las cortezas del pan para que no sospechara usted que era yo. Más tarde pensaba que era una culebra por lo que le decía la gente del pueblo, y como una noche me guardé la llave en la boca y como el ruido que hacía al dormir con la llave en la boca era parecido al de una culebra, me descubrió y me dio un golpe en la cabeza pensando que era la culebra. Me llevé unos días con dolor de cabeza provocado por el golpe, antes de que aquella anciana me curara el golpe y me diera de comer. A los quince días después de curarme me dijo que ya no necesitaba mis servicios, que ya no quería a un criado tan diligente como yo. Usted se metió en su casa y cerró la puerta. 


Más tarde me encontré con un escudero que iba por la ciudad de Toledo y que me preguntó si buscaba amo, le contesté que sí, pero este nuevo amo no tenía dinero y lo alimentaba yo a él en vez de él a mí. Después de algunos episodios que viví con el escudero, me dejó por no tener dinero para pagar sus deudas.

 

Luego encontré al fraile de la Merced que me llevaba todos los días a caminar por caminos, y por esa razón y otras que no diré, lo dejé. Después de dejar al fraile conocí a un buldero que iba vendiendo bulas por los pueblos. Esas bulas eran falsas porque el buldero era un mentiroso y un estafador, junto con el alguacil. Dejé también al buldero por una estafa que hizo con el alguacil, que gracias a esa mentira logró conseguir que todas las personas de todos los pueblos le pagaran  las bulas.


Mi séptimo amo fue un capellán, que gracias a él conseguí convertirme en vendedor de agua y gracias a ese oficio conseguí mi primera ropa usada. Decidí dejarlo también.


Luego me convertí en pregonero de vinos y pregonaba los vinos del arcipreste de San Salvador, el cual me casó con una criada suya, a la que quería mucho. Él nos regalaba comida.

Hubo un rumor de que el arcipreste mantenía relaciones con mi mujer, pero yo no lo creí y decidí creer a mi mujer y al arcipreste.


Ahora vivo con buen trabajo, una esposa a la que quiero y buena fortuna.



Me despido de usted                                                                                                  

                                                                                        Lázaro de Tormes 

 

Realizado por Ana Rocío López




viernes, 2 de abril de 2021

El nuevo planeta del Principito

 


Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, cayó con su avión en el desierto de Libia, donde casi muere. Allí, para sobrevivir,  bebía el rocío de las alas de su avión recogido con un trapo manchado de aceite. Caminó cientos de kilómetros, deshidratado y sufriendo calor y frío, hasta que fue rescatado por un grupo de beduinos. Parte de esas vivencias sirvieron de inspiración para la creación de esta magnífica obra. 

Nuestros alumnos de 1º D han tenido la suerte de leerla para crear sus propios planetas.




EL NUEVO PLANETA DEL PRINCIPITO

El séptimo planeta que visitó el principito estaba habitado por un adolescente, no un adolescente tan normal, si no que no tenía amigos en la vida real, pero sí tenía amigos online.

Estaba enganchado al ordenador.

- Hola, ¿cuál es tu nombre?- le preguntó el principito.

Él no respondió hablando, pero lo escribió por el ordenador.

- Me llamo Manuel, ¿y tú?- decía en su pantalla.

El principito no respondió, como de costumbre, y le hizo otra pregunta:

-¿Por qué no hablas?

- Ya nadie habla, lo escriben todo - escribió Manuel.

-¡Eso es mentira, yo sí hablo! -exclamó el principito.

-Hablarás tú nada más -volvió a escribir.

El principito ignoró lo que le dijo para preguntarle más cosas.

¿Cómo se llama tu planeta? -preguntó el principito.

-Se llama “Gamer”- escribió Manuel.

-¿Y por qué se llama “Gamer”? -preguntó el principito.

-Porque “Gamer” significa jugador -escribió.

-Entonces tú juegas, ¿no?- preguntó el principito.

-Sí - escribió.

-Y…¿a qué tipo de juegos juegas? - preguntó el principito.

-Pues a varios tipos, no hay ninguno fijo - escribió.

El principito no se sorprendió porque se veía que era un chico vago, todo el día sentado frente al ordenador, y sin familia ni amigos.

Entonces el principito decidió preguntarle una cosa más:

- ¿Por qué no tienes ni familia ni amigos?

Y por primera vez habló y dejó de escribir.

-¡A ti no te importa! ¡Fuera de mi planeta o te arrepentirás!

Entonces el principito supo que le había molestado, y se fue del planeta.

El principito se quedó con la duda, pero no quiso volver al planeta por miedo.


Natalia Blanco Roldán 1ºD




EL NUEVO PLANETA DEL PRINCIPITO



El principito quería conocer nuevos mundos y sin que él se lo planteara se cruzó con un planeta desconocido.

El planeta era grande, pero las condiciones de vida eran muy peligrosas, ya que era desértico y no había mucha agua, y apenas comida. Al principio no le gustaba mucho, ya que, si no encontraba agua y comida se podía morir. Pero cuando miró hacia adelante, se encontró con algo que no se lo esperaba, un prado verde. Él no se lo podía explicar, porque la otra parte del planeta estaba seco y en esta parte había un auténtico paraíso.

El principito siguió investigando y se encontró una casita, y al lado había cultivos y una cascada enorme. Llamó a la casita para saber si había alguien, y cuando la puerta se abrió, apareció un joven de veinticuatro años aproximadamente, alto, delgado, de color de pelo castaño, y con gafas.

-Hola, buenos días, ¿cómo te llamas?- preguntó el principito.

-Hola, me llamo Alejandro, ¿cómo has podido llegar hasta aquí?- le preguntó Alejandro.

-Estaba visitando planetas y me crucé con este- respondió el principito.

Pero, el principito todavía no entendía cómo eran tan distintas las partes del planeta.

-¿Cómo es que una parte del planeta es desértica y la otra no?- preguntó el principito.

-Porque desde que llegué, estoy intentando poco a poco que todo vuelva a tener vida como antes- respondió Alejandro.

-¿Antes hubo vida?- le preguntó el principito.

- Antes este planeta tenía mucha vida y venía mucha gente a visitarlo. Pero el veinticuatro de septiembre de mil novecientos ochenta y cuatro hubo un bombardeo y el planeta se quedó desértico. Todo el mundo nos fuimos porque teníamos miedo. Ya que la vida era muy complicada. Sin embargo, sobre el dos mil me atreví a regresar de nuevo, y estoy intentando que todo vuelva a ser como antes- respondió Alejandro.

El principito se quedó impactado ya que nunca había escuchado algo parecido.

La noche ya se estaba acercando y el principito se tenía que ir, pero él no quería ya que se sentía muy a gusto hablando con su nuevo amigo.

-Encantado de conocerte, espero volver a verte pronto- le dijo el principito.

-Yo también estoy encantado de conocerte; siempre tendrás las puertas abiertas aquí- dijo Alejandro.

Carmen Fernández Gómez 1º






EL NUEVO PLANETA DEL PRINCIPITO


El principito iba desorientado por la galaxia, él solo veía estrellas, pero por fin encontró un nuevo planeta. No era ni muy grande ni muy pequeño, era mediano y en él había un vendedor de comida ambulante.

-¡Hola muchachito!- exclamó el vendedor- ¿Quieres sentarte y comer algo?

-Sí, gracias- le contestó el Principito.

Como tenía hambre y no tenía dinero, el vendedor le dejó comer gratis, pues sentía curiosidad de por qué estaba allí. El Principito le dijo que estaba haciendo un viaje .

-¿Tienes muchos clientes por aquí? - preguntó el Principito.

-Sí, porque al parecer en este sistema solar abunda el turismo- le contestó el vendedor.

-¿Y cuál será el próximo planeta que encuentres? - le preguntó el vendedor.

- No lo sé - le contestó el Principito.

Y una vez que terminó de comer se despidió y se fue, y pensó que el vendedor era muy amable por dejarle comer gratis.

Mario Ganaza Borreguero, 1ºD




El principito y el tren de carbón

Llegué, pues, a un nuevo planeta, cuya superficie era carbón, su atmósfera una espesa neblina de humo, y su ambiente estaba impregnado del mismo sonido, un sonido relativamente familiar…

¡Era un tren de carbón! Quedé estupefacto al ver ese tren, que se abría paso entre la niebla, con una luz cegadora que se apagó; el tren se paró, la puerta de la locomotora se abrió sin que nadie la empujara, como si de un espíritu se tratara, y el suelo carbonizado formó las pisadas que me hicieron temblar.

Logré escuchar una voz grave y cortada que se expandía como un murmullo muy suave y leve.

- No sabía que querías montar en mi tren - dijo aquella entidad desconocida.

Se desvaneció la niebla tan pronto como el tren y el carbón, y de repente parecía…MI PLANETA.

Arturo Jiménez peña 1ºD



En busca de un nuevo planeta

El principito se encontró un planeta y decidió ver lo que había allí. Iba caminando e investigando y se percató de que era muy verde y había muchas flores y animales. Más adelante se encontró a una niña.

-Hola ¿cómo te llamas ?- le preguntó.

-Hola, me llamo Matilda - dìjo la niña.

-Bonito nombre - dijo el principito.

-Y tú ¿ cómo te llamas ?- preguntó la niña.

-Me llaman el Principito.

-Bonito nombre - dijo la niña .

-¿Qué es este Planeta ?- preguntó el principito.

-Este Planeta es de la naturaleza - le respondió Matilda.

- ¡Oh, qué guay! -dijo el principito.

- ¿Ese perro es tuyo?- preguntó el principito.

- Sí, es mío. Se llama Tobby - le contestó Matilda.

- Bueno, encantado de conocerte. Ahora seguiré investigando este planeta tan chulo -dijo el principito.

- Vale Adiós- dijo Matilda.

El Principito siguió su camino . Tobby, que era el Perro de Matilda, se encariñó con el Principito y se fue detrás de él .El Principito se encontró un árbol que tenía manzanas .Él nunca había probado una manzana así que decidió cogerla y probarla, pero al cogerla empezó el planeta a ponerse todo negro. Todas las plantas y los árboles se volvieron negros. El Planeta se volvió negro porque era la única manzana que mantenía a las plantas y a los árboles vivo .El principito se asustó y Matilda apareció detrás de el . Matilda le explicó al principito .Matilda fue a su cabaña a por manzanas que tenía hechas por si pasaba este tipo de cosas. Cogió una y la puso en el árbol y todo volvió a la normalidad.

El principito tardó poco en irse en busca de unos nuevos planetas .


Ainhoa Muñoz Ojeda



El nuevo planeta del principito

El principito cogió su cohete y se dirigió a un planeta llamado Bolts, en el que iba a conocer a una persona amable, pero…¡Qué cosa tan rara tiene en los pies!Exclamó el principito. Entonces se bajó del cohete. Tenía mucha intriga porque nunca había visto algo tan raro.

-¡Hola,buenas noches!- dijo el principito con amabilidad.

-¡Hola,pero...pero…¿Tú qué haces por aquí? -le dijo la muchacha.

-Soy un niño que está ahora mismo viajando para conocer nuevos planetas.

-¡Ahh!¿Y qué te traes por aquí?- le preguntó.

-Pues muy sencillo,estaba dando una vuelta con mi cohete y he mirado para el lado y te he visto que tienes una cosa muy rara y redonda que le estás dando patadas- le dijo el principito.

-¡Ah!¿Quieres saber que és?

-Sí,sí- respondió el principito.

-¿Seguro?

-¡Segurísimo!

-Vale. Pues mira, es una cosa llamada balón.

-¿Cómo?- le interrumpió el principito.

-Sí,sí,lo que escuchas- le dijo la muchacha.

-¡Ahh!

-¿Quieres saber lo que és?¿Sí o No?

-Sí,sí.

-¿Por dónde iba yo? - preguntó el principito.

-Por cómo se llamaba la cosa esa. Creo que se llamaba balón- respondió el principito muy pensativo.

-Ah vale…¡Muchas gracias! Pues sigo,es una superficie redonda que sirve para jugar a un deporte llamado fútbol.

-¿Fútbol? Pero…¡Qué mente más rara tienes!

-Rara...¿por qué? Pero¿tú no querías saber lo que era?

-Sí,sí,pero me extraña mucho porque nunca he oído algo así.

-Ah,vale ¿sigo?

-Vale -respondió con amabilidad el principito.

-Y ese deporte consiste en que dos equipos, con siete jugadores cada uno, se enfrentan en un campo muy extenso, donde deben marcar goles en la portería contraria.

-¡Pues que guay! Nunca había oído hablar de eso. Además es muy interesante.

-Bueno,estoy encantada de conocerte. Mira, te voy hacer una propuesta…¿Te apetece?

-Enn,enn...Pues no sé,porque si es mala...Le respondió pensativo el principito.

-No tranquilo,no es nada malo.

-¡Vale pues acepto!

-Ok. Pues te reto a que juguemos los dos juntos un partido.¿Quieres?- preguntó la muchacha.

-Vale,vale - le respondió el principito.

Se quedaron allí un buen rato jugando hasta que se tuvo que marchar el principito.

-¡Adiós! - exclamó triste.

Maria de los Ángeles Ruiz León 1D




El nuevo planeta del Principito


Después de la visita al farolero, se dirigió al siguiente asteroide, el asteroide 331.

Este planeta, era un poco más grande que los demás, y se encontró a un personaje un poco especial.

-¿Quién eres?- le preguntó el Principito.

-Soy el general Rodrigo- dijo.

-¿Y, a qué te dedicas?- le volvió a preguntar el Principito.

-Soy militar y defiendo este planeta con mi vida- le respondió Rodrigo.

El Principito, que no estaba satisfecho, le siguió preguntando continuamente para saber más de él.

- ¿Para qué defiendes el planeta si no hay nadie más que tú?

-No sé. Pueden tenderme una emboscada.

-Pero ¿¡si estás solo en el asteroide!?

-Como ya te he dicho antes, no se sabe qué va a ocurrir en cualquier momento.

El militar vivía en un hangar con utensilios raros, armas y una nave destrozada.

Era fuerte, de pelo corto y negro, y de ojos verdes.

El Principito que lo veía algo ilógico, le preguntó:

-¿Es porque tienes miedo?

-Es… porque, cuando era pequeño, mi pueblo fue atacado por los del asteroide B335. Soy el único que sobrevivió al ataque, y me preparo por si me vuelven a atacar, aunque esté solo.

Entonces, el principito raramente se quedó callado por aquella frase que le expresó el militar y se fue a una esquina a ver un amanecer. Pensó y pensó y después del amanecer se fue, para dejar a esta persona con sus problemas.


Rubén Ruiz Ruiz




EL NUEVO PLANETA DEL PRINCIPITO

El séptimo planeta era bastante grande. Tenía muchas flores y estaba habitado por un pintor que estaba realizando una obra.

-¡Toma! ¡Ya sé qué dibujar!- exclamó el pintor cuando vio al principito.

El principito,confundido, miró todas las hojas tiradas por el pintor.

-¿Qué es esto?- dijo el principito.

-Son obras de artes.

-¿Qué son obras de arte?

-Pues...son dibujos.

El pintor apenas hablaba.

-Dibujas muy bien a las flores- dijo el principito mientras miraba los dibujos.

-Gracias.

-¿Podías dibujar mi rosa?

-¿Tu rosa?

 -Sí, mi rosa.

-Yo no sé cómo es una rosa, nunca vi una.

-Pues es una rosa muy linda y la extraño.

-Vale,vale, te la dibujo pero no estés triste.

-¡Bien!- dijo el principito emocionado.

Después de un rato, el principito estaba pensando si quedarse en el planeta o irse.

Decidió irse ya que no era su tipo. El pintor terminó de pintar la rosa para él.

-¡Qué hermosa es! ¡Es justo como ella!

-¿Te gusta?

-Sí, es muy linda, la llevaré siempre conmigo.

-Me alegro que te haya gustado.

-Yo ya me tengo que ir señor.

- ¡Oh...qué pena! Que te vaya bien en tu viaje.

-Gracias.

Y el principito se marchó del planeta. Se hubiera quedado allí, pero el pintor no era su tipo.



Anna Tereshchenko 1ºD