NOS CONVERTIMOS EN OBJETOS
Me desperté y comprobé que estaba un poco
extraña, como si alguien estuviera encima de mí tumbado. Me sentí rara. Era
alargada, suave y blandita. Tenía ganas de ir a comer algo pero, cuando fui a
levantarme, no pude. Entonces llamé a mi madre para que me ayudara, pero ella no
sabía que me había convertido en su cama y no podía escucharme. Todos
preguntaban por mí y nadie sabía dónde estaba, sólo lo sabía yo.
Mis amigos vinieron a mi casa a buscarme, yo les
hablaba, pero nadie sabía dónde me encontraba. Por la tarde se volvió a echar
mi madre para tranquilizarse; entonces pude moverme justo a su lado, y sentí su
calor y su cuerpo junto al mío. Todo había sucedido de la noche a la mañana.
Cuando bajé todos me preguntaron dónde había estado, pero era imposible
explicarlo; nadie me creería.
Por suerte todo se quedó en un gran susto.
BEATRIZ
ARIAS MORILLO 2D
ME CONVERTÍ EN UN OBJETO
Me desperté muy temprano, y
estaba muy extraño. Al mirarme en el espejo me veía pintado de rojo y con una forma alargada. Estaba muy asustado al verme así, transformado en una cosa tan extraña. Yo quería
irme corriendo, pero no podía salir de ese maldito sitio, no tenía piernas. De pronto me vi inmerso en un
fuego y utilizaron un extintor para apagarlo. A través de mi cuerpo corría el líquido y sentía que un chorro a toda presión salía hacia el exterior. Mi compañero preguntó por mí, pero yo era ese extintor y no podía hablar, solo arrojar una sustancia blanquecina y espumosa:
-¿Dónde está Paco ?
- No lo sé. Yo lo vi ayer durmiendo
y no lo he visto más. Esta mañana al despertarme ya no estaba
- ! Pues a saber dónde estará!
- Iremos a la policía a
denunciar su desaparición.
Yo ya no estaba con ellos ,
me había convertido en un extintor. Cuando se sofocó el fuego tiraron los tiraron todos y dentro de uno de
ellos estaba yo: tan rojo, tan brillante, tan elegante. Era una pena morir así de esa manera, allí en la cinta para los metales, para
aplastarnos a todos sin ninguna contemplación.
Pablo Borreguero, 3º D
Me
convertí en un objeto
Una
noche fui a una fiesta con mis amigas y bebimos mucho. Cuando nos recogimos
quedamos en mi casa todas mis amigas y tomamos aún más. A
la mañana siguiente me desperté muy tarde y no me acordaba de nada de lo que
había pasado el día anterior. Sentía
que no podía moverme y mis amigas no se encontraban en mi cuarto. De
repente escuché la voz de una de Pepita.
-¡Ayúdame!
No
la veía ni podía moverme para dirigirme hacia ella. Cuando
miré hacia el suelo me encontré muy alta, me movía en un estado gaseoso por toda la
habitación. Todo giraba en torno a mí o yo en torno a todo. Me
había convertido en el aire que expulsaba el aparto de aire acondicionado y mis amigas en otros objetos muy divertidos; sin embargo este nuevo estado nos tenía muy asustadas.
A pesar de todo, aprovechamos las circunstancias y nos
quedamos jugando en lo que nos habíamos convertido: estábamos asustando a mis
padres con tanto movimiento y tanto sonido de ultratumba. Nos reímos mucho, pero de repente las paredes se movían y la mitad de mis amigas se
cayeron al suelo y se rompieron. ¡Era
un terremoto!
Cerré
los ojos y sentí que me iba a caer. Cuando llegué al suelo abrí los ojos y estaba tumbada sobre la alfombra, la baba caída y un chichón en la frene similar a una bola de billar. A mi lado estaban mis amigas con
una resaca del quince. Afortunadamente todo había sido un sueño.
Beatriz Sánchez Hidalgo, 2º D
NOS CONVERTIMOS EN OBJETOS
LOS AMIGOS...
Me desperté
un poco extraño, con la forma de un mando de PS4. Como era domingo, mi amigo Roberto vino a mi casa
a jugar a la play, pero yo no estaba, así que mi madre le dijo que
jugara el hasta que yo llegase. Mi amigo perdió muchas partidas en fortnite y, muy enfadado, me
tiró por la ventana. Sentí un fuerte golpe al chocar contra el suelo. ¡Vaya si estaba duro!¿Mi joystick izquierdo se había roto o era mi brazo lo que estaba partido? Intenté gritar, lo logré y fue justo en ese momento cuando me volví a convertir en humano. Cuando estuve frente a Roberto, le metí una colleja y le dije que me lo
pagara. Se quedó un poco empanado, no sabía cómo lo había visto ni cómo había aparecido de la nada. Al cabo del tiempo me compró el mando, nos perdonamos y se arregló
todo.
fin
Rubén Rodríguez, 2ºC
Nos covertimos en objetos
Me desperté muy temprano.
Me sentía raro, como inflado y redondo, mi piel no era la misma. Me dirigí
hacia el cuarto de mis padres; era el único sitio de la casa donde había
espejo. Pero no pude ir andando, sino que tuve que ir botando hacia allí. Cuando llegué, lo descubrí y me asusté. Intenté moverme rodando hasta que
choqué fuertemente contra las paredes para que mis padres vieran en lo que me
había convertido. Ellos subieron y al entrar por la puerta vieron una pelota rodante y dijeron.
-¿Este niño dónde estará?
-Llamaré a la policía, ya lleva varios días sin aparecer por aquí.
Mis padres se fueron e
intenté gritar, pero no podía; intenté dar más golpes, pero habían cerrado la
puerta y no escuchaban lo que sucedía. Este era mi final. Era el final de mi
vida.
ALEJANDRO FERNÁNDEZ, 3º C