Mis alumnos de 2º A están perdidos en una isla o en el espacio, y necesitan, como el joven Robinson, contar su día a día para mantener la cordura. La soledad con palabras parece menos soledad. Estos pequeños robinsones han sabido utilizar su diario para sentir compañía durante sus largos días como náufragos.
Diario de un náufrago en el espacio
Querido diario:
No creo que vaya a hacer esto; pero sí, porque si no lo hago, a este paso voy a perder la cordura.
Llevo encerrado en esta nave un mes y han pasado múltiples cosas, pero creo que empezaré de cero.
4 de Octubre de 2058
He hecho mi misma rutina de siempre: me levanto, desayuno y veo el porcentaje de oxígeno de la nave. Hoy he desayunado lo único que encontré en la despensa, una gelatina bastante extraña y de mal sabor. Luego, me he dirigido hacia donde estaba el tanque con la pantalla donde indicaba el oxígeno: 27% de oxígeno, no me queda mucho. Hoy no ha pasado nada relevante
5, 6 y 7 de Octubre de 2058
Estos días han pasado como el anterior, aunque he intentado entretenerme con alguna cosa, pero no hay nada que hacer salvo intentar reparar las comunicaciones, así que eso es lo que he hecho. Por fin he podido hacer que funcione, pero aún nadie me ha socorrido, así que lo seguiré intentando en los próximos días.
8, 9 y 10 de Octubre de 2058
Todos estos días he estado haciendo la rutina de siempre, es decir, intentando restablecer las comunicaciones sin ningún éxito. Me estaba empezando a deprimir cuando, justo antes de dejarlo, el día 10 conseguí establecerlas y por fin me han contestado. Les he dicho que me ayudaran, que llevaba más de 1 mes dando vueltas por el espacio. Les he pedido que me rescaten. Ellos me han dicho que tardarían un tiempo y que la comunicación debería estar conectada para poder localizarme. Yo, por mi parte, seguiré esperando con ansias a que puedan llegar y sacarme de este infinito y oscuro lugar.
Juan Antonio Bonilla, 2º A
DIARIO DE MI VIAJE POR EL ESPACIO
Querido diario:
Nunca pensé que a los veinte años estuviera cumpliendo mi sueño de viajar por el espacio. Mi semana ha sido un poco caótica, pero gracias a mi equipo de protección he podido impedir el impacto de micrometeoritos. Mi traje espacial es un poco incómodo ya que está formado por varias capas, y eso lo hace demasiado pesado. Esta semana me estoy alimentando de poca fruta, verdura, postres congelados y lácteos que me quedan en la despensa de la nave, ya que es lo único que puedo comer en este insólito lugar.
Mis compañeros, que me ayudan a superar esta semana desde la tierra, me han dicho que puedo tardar entre dos o tres días en volver a la Tierra, lo que se traduce en unas 259 o 261 millas. De los días que llevo en el espacio exterior, mis piernas han perdido un poco de volumen. Espero que el tiempo que me queda dentro de la nave no sea tan duro y se pase rápido: estoy deseando estar de vuelta en casa.
Nerea Oliva, 2º A
DIARIO DE UN NÁUFRAGO
29-11-2022
Querido diario:
Hoy se cumplen 3 días desde aquel fatídico accidente de barco en el que tantos de mis compañeros murieron, sin embargo yo tuve la suerte de llegar a una isla. Estoy muy asustada y me siento muy sola sin ninguna compañía, pero me autoconvenzo de que es un regalo de la vida el poder seguir viva.
30-11-2022
Hoy me he levantado y he ido al centro de la isla para investigar. He encontrado un sitio perfecto para construir una pequeña cabaña porque ya me duele la espalda de dormir en la arena. Llevo todo el día haciendo una cama con hojas y tablas del naufragio y para los recursos que tengo es bastante cómoda y está a primera línea de playa.
1/2-12-2022
Ayer estuve haciendo un techo con hojas y troncos para la cama y recolectando frutas y cocos para tener un sustento de comida y agua para al menos tres días. Sigue sin haber ninguna y señal de vida más que la de los camaleones y los pequeños animales propios del clima subtropical. Hoy, en general, no he hecho mucho, he estado bañándome en la playa y tomando el sol. Hecho mucho de menos a mi familia y a mis amigos.
3-12-2012
Hoy me he levantado y me he puesto a recoger conchas y rocas. Después de considerar que tenía suficientes, he escrito una señal de socorro lo suficientemente grande para que se pueda ver desde el aire.
1-12 2022
Hoy me he levantado sin ganas de nada. Estoy muy triste y empiezo a pensar que nadie va a venir a por mí, pero en el fondo siento que pronto ocurrirán cosas buenas.
5-12-2022
Sigo sin ganas de hacer mucho, pero la necesidad de alimentarme me ha llevado a recolectar más frutas para comer y cocos para beber. Después he vuelto a la cabaña y, cuando me he puesto a almacenarla, un extraño ruido ha llegado a mis oídos: ¡era un helicóptero! Enseguida he salido afuera para que me pudieran ver y me he puesto a gritar como una loca intentando que me escucharan. Al final me han visto y me han rescatado. Por suerte, los pilotos son españoles y me han llevado hasta mi ciudad. ¡POR FIN ESTOY CON MI FAMILIA!
María Romero, 2º A