¿Qué pasaría si un día desaparecieran las normas en el instituto?
Un
día me desperté, me vestí, desayuné y me fui para el instituto.
Cuando llegué, me encontré que estaban todos con los móviles,
pintando en las paredes, pegando voces, contestándole a los
maestros, no se podía dar clases… Los maestros no les decían
nada, ni ponían partes. Les pregunté a mis compañeros qué era lo
que pasaba y me respondieron que no había normas, que el director
las había quitado. Todo estaba muy mal, parecía una jungla y una
pocilga. Al día siguiente fuimos unos cuantos a hablar con el
director, para que volvieran a poner las reglas, porque todo era un
caos. El director dijo que sí, que las volverían a poner. Todo era
para darnos una lección y que nos diésemos cuenta de que sin reglas
todo iría muy mal.
Marta Martín, 2º B
Si
los alumnos fuéramos
profesores, castigaríamos a los maestros sin
recreo haciendo deberes, les pondríamos partes, llamaríamos a sus
padres por teléfono comunicándoles que se portan mal. Cambiaríamos
todas las normas y pondríamos dos recreos: uno a las 11:00 y otro a
las 13:00. Dejaríamos traer los móviles y comer en clase. Entrar a
las 9:00 de la mañana y salir a las 14:00. Quizás al cabo de dos
días, no podríamos trabajar y decidiríamos poner las normas de
antes.
María
Martos 2ºB
¿Qué pasaría si mi hermano fuera un reloj?
Un
día fui a la habitación de mi hermano a llamarlo para que bajara a
comer pollo con patatas que había hecho mi abuela.
Cuando
llegué a su cuarto, me di cuenta de que mi hermano se había
convertido en un reloj. Yo lloraba y lloraba hora tras hora, no podía
creerlo; pero tenía la esperanza de que algún día mi hermano
regresaría a mi lado. Ya no podía hablar con él, no podía reír,
pelearme, hacer nuestras bromas, jugar con él, poder contarle mis
secretos, compartir con él mis emociones y tristezas.
Irene
Rodríguez, 2º B
¿Qué
PASARIA SI FUERA UN FAMOSO JUGADOR DE FÙTBOL?
Un
día me desperté por la mañana en una casa distinta y muy grande.
Al levantarme de la cama, la verdad, lo primero que pensé es que
era una broma con una cámara oculta. Bajé por la escalera, me
encontré a un hombre vestido de mayordomo, le pregunté qué
estaba yo haciendo en esa casa, y él me respondió que era mía Ese
día fue el día más raro de mi vida. El día anterior era un niño
normal y corriente y al día siguiente un jugador de fútbol famoso.
BIRSAN
MARIAN, 2º
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