Los alumnos de 4º de ESO C y E, bajo la dirección de sus
profesores de Historia, han llevado a cabo este magnífico trabajo de
documentación sobre la Primera Guerra Mundial. Las mejores
producciones han sido premiadas dentro del certamen Cartas
desde el frente, y las finalistas también han recibido una
mención especial.
GANADORES
CARTA
DE MATA HARI
9
de marzo de 1914 ( París, Francia )
Señor
general, le escribo esta carta desde París de parte de Mata Hari,
como me ha asignado me infiltré como bailarina en las cortes
francesas, esto con éxito y, aunque mi francés no es muy perfilado,
de momento no sospechan nada.
Como
usted conocerá tengo un gran talento en esto y en estos instantes
estoy urdiendo un plan para hacerme con los documentos exigidos por
usted, aún estoy en espera y ya le avisaré de cualquier avance que
vaya consiguiendo.
10
de agosto de 1914 ( París, Francia )
General,
durante mi estancia en estas cortes donde me han otorgado el puesto
de bailarina, me han cedido el lugar a una zona de gran importancia
de este palacio, creo que poco a poco me estoy ganando la confianza
de muchos residentes de este lugar, pues por mi curiosidad me están
contando sus pensamientos sobre las tropas francesas. Ellos me
comentan que vuestras tropas no son lo suficientemente capaces y
poderosas para vencerlos. Por otro lado, se sienten muy ansiosos por
conseguir Alsacia y Lorena, poniendo sus ojos en invadir estas zonas
primero, por lo que veo conveniente aplicar nuestro “plan secreto”.
12
de agosto de 1914 ( París, Francia )
Mi
general, justo después de enviarle mi anterior carta, me adentré a
una de las recámaras del general francés Juan Emiliano Carulla, vi
que en sus escritos se encontraría el “Plan XVII” que pretendían
aplicar incluso antes de esta guerra. Este plan trata sobre la
reconquista de Alsacia y Lorena, ya que aún lo categorizan como
objetivo principal. En este punto me puse eufórica al poder
averiguarlo, aunque no pude tardar mucho, pues escuché que alguien
se acercaba, por tanto no tuve mucho tiempo en leer los planes de
guerra. Estos informan sobre los avances que tienen planeados
realizar sobre ambos lados de Metz y Thionville para llegar a Lorena,
lo que supone que sólo haya un ejército restante en el norte de
Francia, por lo que viene excelente adentrarse en el norte mediante
el plan Schlieffen, porque esto nos dejaría en una ventaja que
podría suponer nuestra victoria, Gran Victoria… Tras averiguar
aquello me escondí en uno de los armarios del general francés,
estaba lo suficientemente nerviosa por perder la información que
había conseguido, que por poco se me sale el corazón, las manos me
sudaban y no podía mantener ni un segundo más la respiración… No
sé si este mensaje le llegará y si acaso mis esfuerzos resultarán
en vano, pero durante ese instante sufrí el verdadero terror y vi mi
futuro reflejado en aquel lugar, sin embargo salió antes de que se
diera cuenta de
mi
presencia y pude escuchar sin mucha claridad que no creían que
avanzaremos por Bélgica. Se lo repito de nuevo, este es el momento
perfecto de aplicar el “plan”.
30
de agosto de 1914 ( París, Francia )
Tras
mi eufórica escabullida, pasé los días posteriores muy atenta a
las sospechas que recaían en mí, pues sin haberme acordado me dejé
los documentos sobre la mesa al descubierto, por tanto no voy a
realizar ninguna acción que me delate, pues me encuentro en el foco
de atención de muchos soldados, ya que en los interrogatorios o no
me lo quieren decir o sólo no quieren pensar que una mujer habría
frustrado sus planes, pues sí, nuestro plan va a la perfección, ya
que por aquí se encuentran muy alterados por la invasión que están
intentando frenar, pero hay algo que quiero decir… Esto no me está
sintiendo bien, lo he estado pensado muy a fondo durante estas noches
que pasé en vela, siento ser la culpable de las víctimas producidas
en el frente, de la traición que he hecho hacia todos quienes han
depositado su confianza en mí, por supuesto ya es tarde de detener
la misión, ya que aún estoy resentida por la situación que nos
hicieron pasar. Pero esto me está cambiando mucho, oí que un
soldado muy querido por estas zonas había muerto en la batalla del
Marne y que sus hijos junto a la mujer del soldado se presentaron
aquí, me ordenaron a contarles la noticia y fue… fue algo
horrible, observé cómo sus lágrimas se escabullían de sus ojos,
esta familia gritaba desconsolada, aquello me ha roto por dentro,
porque en parte soy la “traidora” de todo esto, me sentí que fue
la “asesina” de muchas víctimas, en parte lo soy, pero… ¿Ellos
se merecen esto?,
¿yo
me lo merezco?, no lo sé…
Mi
general Erich von Falkenhayn que sepa que no sé si quiero seguir con
esto, se me ha quitado la ilusión y la esperanza, pero bueno, de
momento resistiré y que sepa que tengo que hacer una visita al campo
de guerra, han sido órdenes de mi superior.
Mata
Hari
Iván
Drozhzhin, 4ºE
CARTA
DE SU MAJESTAD FRANZ JOSEPH I DE AUSTRIA
Malaventurado
Gavrilo Princip.
Muy
señor mío, lo único que fui capaz de razonar tras recibir su
insultante carta fue que era usted un ultrajante sinvergüenza. Mi
juicio no se ha visto alterado.
¿En
qué estaba pensando al enviarme su "verídico" testimonio?
¿De verdad tuvo fe de que fuese a creerme tal patraña? Sólo
evidencia la poca cordura que a usted le consta.
No
sólo niega usted ser el homicida de mi serenísimo sobrino, sino que
tiene el arrojo de desprestigiar a su vez a la majestuosa milicia
austrohúngara. Esto deja de manifiesto que es usted un falto de
cordura, un bruto y un salvaje. Y no dudo que ese sea el caso de
todos los eslavos; más bien bárbaros.
A
su vez, refuerza usted mi tesis de que los pueblos eslavos no merecen
ni corresponden el autogobierno, sino que han de ser subordinados por
razas civilizadas. Quizás el sometimiento llegará algún día a
civilizarlos de alguna manera, como ya hemos medianamente educado,
tras incontable esfuerzo, a los bohemios y moravos.
Ante
la afrenta cometida, le informo de que será usted ajusticiado en
plena plaza de Sarajevo tarde o temprano. Es más, si mantiene su
falaz postura y no colabora con los investigadores, será castigado
más temprano que tarde.
Todo
resuelto, le aconsejo que se prepare para enfrentarse a las
consecuencias de sus actos. Más le vale que no se le vuelva a
ocurrir la fatídica idea de escribirme de nuevo, pues esto
simplemente agravará su condena.
Cordialmente.
Su
serenísima Majestad Franz Joseph I de Austria.
Rubén
Izquierdo Sánchez, 4º C
FINALISTAS
CARTA
de su majestad el kaiser Alemán a su majestad de Reino Unido e India
Estimado Jorge V de Reino
Unido,
Tras el inicio de esta
guerra, para muchos innecesaria, incluso para mi fallecido ministro
Otto Von Bismark, me veo en la obligación de escribiros desde mi más
profundo pesar.
No obstante, opino que este
conflicto es totalmente necesario a la par que inevitable y todo por
culpa de vuestros supuestos grandes imperios. Veréis, desde que
empezó esta nueva era de expansionismo y poder nacional, ha habido
varias pugnas por nuestros territorios coloniales, no solo entre
nosotros, las poderosas metrópolis europeas, si no entre vosotros y
vuestros propios colonos. ¿Qué país o imperio poderosos permite a
esos indígenas incivilizados revelarse de esa manera? No se os
podría permitir ser dueños de dichos colonias tan ricas que habéis
demostrado ser incapaces de ejercer gobierno sobre ellas, o si no
mirad a Francia, incapaz de imponer gobierno directo, dependiendo de
sultanes, normal que así se revelen, cuando el humano le cede poder
al mono, el mono es quien doblega al humano.
Y no solo eso, mi Alemania,
mi bonita y poderosa Alemania, la cual es la que más se ha
preocupado de forma activa por la paz mundial, como prueba la
conferencia de Berlín, ¿Y cómo se nos agradece?. Muy fácil, nos
humillan en el reparto, nos ridiculizais y vapuleáis Siquiera os
dignais a cedernos la capacidad de ejercer justicia ante un crimen
tal como el asesinato del heredero al trono de mi mejor aliado ante
una secta revolucionaria en terreno que realmente deberian ser parte
de mi aliado.
De todas formas, nosotros,
los alemanes, no solo tenemos las mejores costumbres y tradiciones,
sino también los mejores químicos, ingenieros y soldados, y
vosotros mismos los estáis comprobando ahora en vuestras carnes con
esta guerra.
Pues ahora os enfrentáis a
las consecuencias de vuestra debilidad, os enfrentáis a la furia
expansionista alemana, a la verdadera potencia entre potencias
imperiales. No os enfrentáis a mi y a mi ejército, si no al pueblo
alemán, pues somos como una sacra comunión y ni la traición
de Italia nos detendrá,
pues nos vemos obligados a civilizar a los bárbaros como vosotros, y
ante todo os deseo suerte, pues aunque seas carne de mi carne y
sangre de mi sangre, muy a mi pesar, en el imperio que crearé tras
esto, en el cual la noche nunca será absoluta, en este nuevo,
poderoso y civilizado imperio no habrá cabida para gente como vos.
Atentamente,
Su majestad imperial
Guillermo II
Ismael
Espinosa, 4º E
CARTA
de Edith Cavell
Para: Alto cargo alemán
Queridos señores, quería
expresar en esta carta mis últimas palabras antes de mi condena a
muerte este próximo 12 de octubre de 1914 aquí, en Tir national.
Sí, violé la norma que nos
impusisteis, ayudé a soldados de su bando enemigo a huir siendo
Bélgica un país neutral, pero no fueron los únicos en recibir
ayuda, ya que en momentos tan devastadores como una guerra, el ayudar
a los demás es primordial ya sea del bando que sea.
Deben saber que tanto
alemanes, franceses, belgas e ingleses han sido ayudados en este
corto periodo de batalla que parecen años, ya que, cuando una vida
está en juego no hay ni debería haber preferencia. Mi trabajo es
ayudar, y gracias a ello hemos conseguido salvar a decenas de
personas que tienen una familia y que
esta guerra los está
matando en todos los sentidos.
Ustedes han comenzado esta
guerra, pero también tienen el poder de pararla antes de que se
convierta en una carnicería si no lo es ya. No les guardo rencor por
mi condena y por lo que están haciendo ya que considero que el odio
nunca es la respuesta y tampoco le temo a la muerte ya que acostumbro
a verla desgraciadamente en el hospital, pero espero que sean
consecuentes con sus actos y con la batalla que están librando.
No quiero demorar más lo
inevitable ya que sé que es cuestión de días que mire a la muerte
a los ojos, solo quería que reconsideraran el castigo que se me
impone y todo lo que causará en un futuro porque por lo que ha
llegado a mis oídos tienen personas de altos cargos de ambos bandos
e incluso de zonas neutrales que no están de acuerdo con el juicio.
En sus manos está mi vida y la de muchas personas, piensen bien lo
que hacen con ellas.
Edith Cavell
Elena
borreguero, 4º E
CARTA
DE AMELIE
8/09/1914
Querido
amor mío:
No
sabes cuánta alegría me da poder escucharte, aunque sea a través de
las cartas. Sé que lo estáis pasando muy mal debido a la guerra,
pero yo confío en ti y sé que podré volver a verte sano y salvo
cuando este terrible acontecimiento acabe.
Que
sepas que tu amor y tu patria estamos orgullosos por todo lo que has
conseguido y conseguirás. Cada vez que puedas acuérdate de mí.
Yo
también estoy esperando el día para volver a verte, sentirte entre
mis brazos, saber que estás bien a mi lado y saber que me puedes
proteger de todos los males. También echo de menos tu fragancia
recorriendo todas y cada una de las esquinas de la casa. Pero lo que
más echo de menos es dejar de estar sola en casa, sin ti parece que
la casa se me cae encima. Pero estoy segura de que volverás ileso y
nos podremos casar.
Recuerdo
aquel día con tu traje militar y yo con mi vestido azul pasando por
delante tuya, cómo podría olvidarlo. Después ese obsequio que
nunca olvidaré, aquella hortensia azul como el vestido azul que
llevaba puesto la primera vez que coincidimos. Espero que no sea ni
el primer ni el último beso que me des y tampoco la última noche
que pasemos juntos contemplando nuestro precioso amor.
Te
agradezco estas pequeñas líneas que me has dedicado, ahora me
siento más aliviada. Intento no sufrir pero me mata la conciencia no
recibir noticias de ti.
Que
sepas que te amo amor mío, no sabes cuanto.
Estoy
deseando que regreses a casa para poder robarme todo el tiempo del
mundo contigo. Te quiero y siempre te querré.
Con
mucho amor, tu querida Amélie.
Andrea
Dascalu, 4º C
CARTA
IGM
CARO
AMORE MIO
Como
sabrás es mi tercer día en el frente, aquí solo se espera una
orden mientras rezas por volver a casa, espero verte pronto, lo único
que me mantiene en pie es el poder volver a escuchar una de tus
canciones con tu hermosa voz.
Aquí
las horas se hacen eternas y un consuelo es pensar en nosotros y
nuestro futuro juntos, cada día, cada hora, cada minuto y cada
segundo te recuerdo y anhelo estar a tu lado.
Cada
noche en la que conseguido cerrar los ojos recuerdo nuestra pedida de
mano e imagino lo maravillosa que puede llegar a ser nuestra boda.
Tendremos una hermosa casa con un gran jardín para poder disfrutar
de nuestros futuros hijos, se que serás una gran madre.
Tenía
todas mis esperanzas puestas en poder ir a casa pronto para visitar a
mi familia y a ti, mi querida Emma, pero resultará imposible hacerlo
pronto, lamentablemente me han asignado a un pequeño grupo de
reconocimiento que se dirigirá a los Alpes en busca de avistar algún
puesto enemigo y saldremos de aquí en cuanto esta carta se envíe.
Nuestro
grupo está formado por tan sólo 5 soldados, siendo yo el menor y
más novatos de todos ellos, esperamos no toparnos con ningún puesto
enemigo y que todo está expedición no sea más que un viaje que me
libere de este infierno.
Esto
ya es una despedida, en breves nos dirigiremos a ver al general para
iniciar nuestro cometido.
Sin
más y soñando verte muy pronto, me despido…
TI
AMO BELLA MIA
Manuel
De Los Santos Calderón, 4º E
CARTA
A FRANCISCO JOSÉ I
Estimado
Francisco José I te escribo desde el sentimiento más profundo de mi
interior.
Los
primeros rayos de sol de junio que entran por la ventana de mi
habitación, me recuerdan lo poco que me falta para ascender con
ellos y ver desde arriba que toda mi lucha ha sido completamente
inútil.
Sé
que la muerte de tu sobrino ha sido muy dura, y quizás un punto de
inflexión para comenzar una guerra que todos sabíamos que iba a
estallar tarde o temprano. Francisco, quizás no le des importancia,
migraciones, a mí, Nobel Juanje, asociación pacifistas, pero he
luchado mucho como mujer y como humano para hacer de nuestra
sociedad, una sociedad justa y llena de amor y paz.
Acaba
de estallar la guerra y estoy convencida de que todavía puedes hacer
algo para frenarla, por eso te escribo.
Me
gustaría verte y rogarte que hagas algo para frenar esta locura, ya
que habrá muchos muertos, destrucción, caos, enfermedades y todo
acaba de comenzar. Siendo realista moriré pronto, ya que estoy muy
enferma y moriré siendo aquella mujer orgullosa que ganó un premio
Nobel y que tanto luchó por la paz. ¡Pero no!, no puedo morir sin
hacer nada. Aunque esta carta sea mi última esperanza, para que, por
favor, Francisco José I termine con todo lo ocurrido.
Finalmente,
solo te puedo decir que nada, de hecho necesario, que la guerra
todavía puede evitarse, que la paz es lo que necesita nuestro ello
para reír, comer, jugar… incluso para llevar una vida normal y
corriente, y no vivir con una madre viuda, triste, sin nada, y que
morirán de hambre o frío, abrazando a su hijo, sabiendo que no
puede hacer nada para salvarlo y que morirás en conocer la belleza
del mundo, que se ve truncada con la guerra, hizo destrucción.
Bertha
Von Suttner
Adrián
Moreno y Jaime Sanz, 4º E