UNA DE SUPERHÉROES
EL METEORITO QUE CAYÓ EN LA CIUDAD
Lorenzo soñaba con ser superhéroe, lo que no sabía era que todavía podía serlo,
aunque fuera en un sueño...
Era por la tarde, iba paseando por su bonita ciudad cuando, de repente,
vio una luz que pasaba muy rápida, ¡ERA UN METEORITO! Lorenzo,
a toda velocidad, se quitó la ropa y ¡se quedó en traje de súperhéroe! Era un traje
rojo con un círculo blanco en el que tenía puesto SL de color azul oscuro.
En su cinturón tenía muchas herramientas con las que salvar en mundo.
Lorenzo saltó tan alto, tan alto, que pudo coger el meteorito entre sus propias
manos ¡CUÁNTA FUERZA TENÍA! El meteorito era ENORME, tanto que le costaba
verlo entero. Cuando menos se lo esperaba, y debido al contacto, empezaron a quemarle las
manos de una forma horrible, no sabía qué hacer, porque si lo soltaba destruiría
la cuidad y si lo mantenía podría quemarse él mismo, así que decidió darle una patada tan fuerte que se salió de nuestra órbita para desaperecer e irse a otra galaxia.
Lorenzo se despertó sobresaltado y miró por la ventana, todavía era de noche,
todo estaba bien, vio una estrella fugaz en el cielo.. Pero todo había sido un pequeño-gran sueño.
BEATRIZ SÁNCHEZ HIDALGO 2oD
Aquella
noche Guillermo estaba muy cansado, había estado todo el día trabajando y cayó rendido
en la cama. Al pasar unas horas y mientras estaba completamente dormido tuvo un
extraño sueño. Cuando se levantó, bastante confundido, decidió dar un paseo por la calle.
Mientras paseaba, comenzó a oír un ruido muy extraño, hasta que vio un
gran meteorito que se acercaba a una velocidad supersónica hacia la tierra. La gente estaba completamente asustada, la ciudad estaba
a punto de destruirse totalmente. Pensó que había que hacer algo para detenerlo,
contó hasta tres y se transformó en un
superhéroe. Guillermo
pegó un salto de tal magnitud, desde el suelo hasta la terraza del edificio más alto de la ciudad, que sorprendió a la gente que lo estaba observando. Conforme se acercaba a esa enorme bola de fuego, se iba asustando un poco más y su
cuerpo comenzaba a temblar de forma exagerada; pero cerró los ojos por un momento
y, sin dudarlo dos veces, le dio una patada con la que el meteorito salió disparado en dirección contraria a gran velocidad para no volver nunca jamás.
La gente impresionada gritaba ¡ES UN SUPERHÉROE!
Nicolás
Carmona 2.D