El género epistolar es uno de los instrumentos más valiosos para escribir unas palabras a nuestros seres queridos. Hoy en día lo hemos dejado de usar porque la inmediatez del móvil ha limitado la necesidad de escribir esa carta de despedida, de amor, de separación...Han quedado tantos mensajes olvidados por no ser redactados que hoy les hemos dado una nueva oportunidad.
Espero que os guste esta selección de cartas escritas en el Taller de Escritura por los alumnos de tercero de ESO.
Querida madre:
quiero decirte que ya llevo
varios meses en este pequeño pueblo de Suiza. Aquí hace bastante frío y no hay
mucha gente. Estos días no hemos superado los tres grados bajo cero. Cuando me
desperté la otra mañana estaba todo nevado y había un enorme muñeco de nieve
que lo habían hecho mis pequeños vecinos. Lo bueno de un pueblo tan pequeño es
que aquí se conoce todo el mundo y se llevan muy bien entre ellos.
He encontrado un nuevo trabajo
en una tienda de deportes donde he hecho nuevas amistades. Ayer estuve
trabajando y se me acercó una muchacha y me preguntó si la conocía; me sonaba
un montón y sigo pensando que quién sería. Tengo una gran noticia y es que el
día de tu cumpleaños iré a visitarte. He
pensado que te haría ilusión así que me pediré el día en el trabajo. Mi jefe es
un buen chaval y siempre está pendiente de sus empleadas para que no nos falte
de nada. Todas las mañanas mis compañeras, mi jefe y yo quedamos antes de abrir
la tienda para desayunar y hablar un poco de nosotros.
Bueno, pues ya no sé qué más
contarte. Pronto estaré allí, así que no derrames lágrimas innecesarias. Dale
recuerdos a mi hermanito y a papá. Pero no les digas nada; quiero que sea una
sorpresa.
SARA BLANCO GARCÍA, 3º D
SOLEDAD ILUMINADORA
Querida familia,
hace un mes que me marché rumbo a mi
nueva casa en Soria.
Aquí las horas se hacen eternas sin
vosotros y os echo mucho de menos. La habitación es muy pequeña y echo de menos
mi cama, el póster de mi cantante favorito, mi almohada , mis sábanas
calentitas...Pero sobre todo echo de
menos nuestras peleas por ocupar nuestro asiento favorito en el sofá, las
comidas de mamá, las salidas con los amigos…en fin, todo.
La residencia es muy bonita, tiene
quince plantas, y yo me encuentro en la planta número ocho, habitación 819 (
por si alguna vez me dais la sorpresa de venir a verme; que espero que sea
pronto).
Ahora por las tardes estoy entrenando
en el equipo de Soria de balonmano. El entrenador es severo en su trabajo, pero
es muy bueno conmigo, porque sabe que estoy lejos y que mi pensamiento, en más
de una ocasión está con vosotros. Pero lo que más me agrada de él es que sabe
muchísimo de balonmano, ya que entrenó en el Barcelona Lassa.
Para terminar esta carta, quiero que
sepáis que sois la mejor familia que puede existir y que ya pronto nos
volveremos a ver. Con cariño se despide este humilde estudiante y vuestro
querido hijo.
Un beso muy fuerte para todos.
Pablo Borreguero, 3º D
AMIGOS EN LA GUERRA
Hola Alberto,
te echo de menos desde que marché
hacia la guerra. Seguramente esté muerto cuando leas esta carta o quizás tenga
vida, si sucediera un gran milagro.
He conocido a muchos soldados en
estos últimos meses; soldados que han sido asesinados cruelmente (ni tú te
imaginarías este calvario). Sobre todo, me acuerdo de Julián, mi gran amigo de
habitación: era fiel, algo chistoso. Me recordaba a ti. Hasta el día de su
muerte lo compartimos todo, pero dio su corta vida para evitar que una mísera
bala atravesara mi cabeza. Yo ya lo he superado, pero el recuerdo no se olvida.
En mi campamento cada vez hay menos
alimentos, balas y soldados (lo peor son las pérdidas humanas). El tiempo se
acaba y mi vida también, lo presiento. Y aunque rezo todas las noches antes de
cenar, no creo que sirva de mucho.
Siempre me acuerdo de ti y de mi
familia y saco fuerzas para seguir adelante, solo por vosotros.
Me despido con un gran saludo, amigo. Ya nos veremos en la Tierra o en
el Cielo.
Alejandro Fernández, 3º C
QUERIDA
MAMÁ
Hace
dos meses que me marché para cursar mis estudios de psicología aquí en Bilbao.
Al principio pensé que la gente sería seria y malhumorada, pero todo lo
contrario, he encajado muy bien en la residencia que contratamos y comparto
habitación con una chica también sevillana, pero que lleva mucho más tiempo
aquí que yo. Solemos salir los viernes con un grupo de chicos, amigos de ella,
que, la verdad, es que me han caído muy bien, en especial un chico…
Creo
que me he enamorado, mamá. Es moreno con
el pelo muy rizado, tiene los ojos verdes y una mirada profunda, una sonrisa
radiante y una pequeña cicatriz que cruza un poco menos de la mitad de su
frente.
Erika,
mi compañera, lo sabe, ya que paso la mayor parte del tiempo con ella; lo
conoce muy bien y me ha dicho que no es un chico que vaya acorde conmigo, es un
poco borde. Pero, a pesar de todo, siento algo al mirarlo...que no lo he
sentido con ningún otro chico.
A
ti te echo muchísimo de menos, ni te imaginas cuánto...Echo de menos tus
consejos, tu mirada sincera diciéndome cuánto me quieres.
De:
Paula Gallego, 3º C
Para:
Mi madre.