He aquí una selección de cuentos adaptados por los alumnos de cuarto de Diversificación. Seguro que no tenéis problema para adivinar el texto en el que se han inspirado.
LA
NIÑA DEL VESTIDO AZUL
Erase una vez una
niña muy fea, su padre le había hecho un vestido azul y, como siempre o casi
siempre, iba con él la llamaban la niña del vestido azul.
Un día su padre le
dijo que le llevara un vestido a su abuela que vivía en el otro lado de la ciudad ,
la ciudad era muy peligrosa ya que en la ciudad siempre había ladrones y siempre
estaban robando y haciendo daño . La niña cogió el vestido, lo metió en una
mochila y empezó su camino hacía la ciudad. Allí siempre se encontraba con sus
primos y amigos , de repente vio a una pandilla de hombres
con capuchas negras,
la siguieron, ella se escondió y los ladrones continuaron.
La niña del vestido
azul se entretuvo comprando pasteles para su abuela , por fin llegó, llamó a la
puerta y su abuela ¡ no estaba ! Estaba en el armario amarrada y con la boca tapada.
Habían sido los de la capucha.
Unos vecinos, que vieron lo sucedido, llamaron a la
policía y capturaron a los ladrones. Por suerte, a la abuela no le
hicieron daño y su nieta le dio su vestido y los pasteles. Los
ladrones entraron a la cárcel y ya nunca mas volvieron a robar .
La nueva Caperucita
Érase
una vez una niña cuyo color preferido era el rojo. Se caracterizaba
por llevar una caperuza roja. Era un poco desobediente con su madre y
le hacía poco caso.
Un
día su madre le pidió que fuera a casa de su abuela para llevarle
un tarro de mermelada y, después de quejarse varias veces, accedió
a ir.
La madre le dijo la dirección que tenía que tomar, pero ella no le hizo caso y decidió coger un atajo.
La madre le dijo la dirección que tenía que tomar, pero ella no le hizo caso y decidió coger un atajo.
En
medio del camino se encontró con un pobre lobo que estaba llorando,
ella se acercó a preguntarle preocupada:
- Qué te ocurre? Dijo ella
- Que me he perdido y estoy triste, mi casa está lejos y no sé regresar.
Ella le respondió que le ayudaría porque sabía bien el camino.
Mientras pensaba gastarle una broma le dijo que podrían jugar a un juego que fuese divertido.
- Qué te ocurre? Dijo ella
- Que me he perdido y estoy triste, mi casa está lejos y no sé regresar.
Ella le respondió que le ayudaría porque sabía bien el camino.
Mientras pensaba gastarle una broma le dijo que podrían jugar a un juego que fuese divertido.
Como
ella sabía el camino le dijo al lobo que tirase por el camino más
corto, que ella tiraría por el más largo llegando hasta su casa. El
lobo llegó a un lugar totalmente desconocido; no sabía dónde
estaba, seguía perdido y desilusionado. Después de esperar un rato
a la joven de la capa roja, decidió marcharse de allí. Caperucita
nunca jugó con él a aquel juego, fue directamente a la casa de su
abuela sin importarle en absoluto lo que le ocurriera al pobre lobo.
Cecilia
Cabello González
Margarita y Florín
Margarita
y Florín eran hijos de una afortunada mujer. Era una familia tan
rica que, una noche, el padrastro convence a la madre para abandonar
a los niños en la plaza del pueblo, dado que no les caían bien.
Florín escuchó esto, por lo que salió de su casa a pedir dinero y
a estar toda la noche en la calle...
Los
hermanos se durmieron, y apenas salió el Sol cuando comenzaron a
caminar para regresar a casa. Llegaron; la madre, sorprendida por el
hecho, decidió que la próxima vez los echaría para que no
regresasen más .
Esta
vez fue Margarita la que oyó aquello y quería salir a la
calle pero no podía porque su madre no la dejaba.
Después
de estar varios días en la calle hasta la madrugada, aburridos,
deciden entrar en un teatro musical y escuchar música de aquella
época . Los hermanos llegaron a la casa de una señora pero, todavía
no sabía ninguno de ellos que aquel bella mujer iba a ser tan
importante y significativa para ellos.
Penélope,
que así se llamaba la mujer; decide dejarlos entrar y ser una
criada para ellos, cuidarlos, vestirlos y alimentarlos cuando, de
repente, Margarita nota algunas semejanzas en la cara de su hermano
Florín y aquella señora.
A
los pocos días salió en las noticias que había muerto una pareja
en un accidente y descubrieron que habían sido sus padres actuales.
La
señora, que también había sentido las mismas vibraciones que sus
hijos, se sentó con ellos y decidió contarle la verdadera historia
de sus vidas. Les contó que, cuando eran pequeños, los abandonó
porque no tenía nada que darles y prefirió que fueran acogidos por
una familia rica, sin sospechar que después serían tratados mal,
pero nunca iba a imaginar que volvería el día de que sus hijos
serían los que regresarían a ella.
Ninguno
de ellos se enfadó . Vivieron juntos y fueron felices para
siempre.
Alexandra Ortiz